domingo, 24 de febrero de 2008

Der dritte bayreuthe Stammtisch

Esta vez la desplazamos al sábado, y dejamos de un lado a la sección nativa angloparlante para quedar con la española. Dos profesionales del Derecho fueron mis acompañantes, una doctora y una doctora en ciernes. Nos conocimos casualmente en la Mensa de la Universidad, por esa rara costumbre que tenenemos los españoles de hablar en español entre nosotros. No falla.

"Hoy sí te queda bien el pelo, lo del otro día era algo raro" fue la opinión contundente de la doctora mientras íbamos camino del centro de Bayreuth. Me rindo por lo tanto ante la primera opinión femenina al respecto, así que lo siento, querido público, no habrá más pruebas raras.

Tras un cuarto de hora llegamos al Markplatz. No hacía nada de frío. Allí estaba R, catalana ella. "¿Te acuerdas de mí?" pregunté "¡Claro, Alberto, para no acordarme!" me respondió ella (mmmm "was habe ich gemacht oder gesagt??" pensaba yo). En fin, R era la encargada de llevamos a un sitio para cenar y tomar una cerveza, esta vez en la zona norte del centro de Bayreuth. Por el camino, sorprendetemente, R me dijo que le había gustado Jena, que había estado allí un día y que la ciudad y las tiendas eran mejores que Bayreuth. Hay gustos para todo, parece ser. Por desgracia, el sitio al que nos llevaba estaba cerrado, así que sugerí nuestra visita al Miamiam, bar francés que ustedes ya conocerán. Era ese o la Pizzería de Paolo, o ambos. Fuimos en primer lugar al francés, y empezamos tomándonos una cerveza. A falta de mi idolatrada Kröstritzer Schwarbier, me pedí una negra bávara, como R. A ella no le terminó de agradar, no sé porqué. Creo que se esperaba otra marca, pero a mí me terminó gustando. A ver si me acuerdo del nombre. Por cierto, ¿qué diferencia hay entre weisse y weizen? ¿Blanco y trigo? No lo termino de entender...

Tras las bebidas decidimos quedarnos allí a comer. Una brochette Miamiam cayó para mí, un pincho algo aparatoso pero bastante bueno. Mis compañeras eligieron una ensalada y un sandwich, con abundante guarnición. Buenas elecciones, sí señoras. Y nada, tertulia en español, que de vez en cuando se echa de menos y hay que practicar si no se quieren perder habilidades comunicativas. Por cierto, cómo cambian las conversaciones cuando hablas con gente no científica, lo que se puede llegar a aprender, véase el diferente Derecho en Europa continental frente al británico y el americano. Alemania, su historia y los alemanes, otro gran tema de conversación, los tópicos (o no tan tópicos) de las relaciones Este-Oeste. Elecciones comunales en Bayreuth. ¿Cómo ven Alemania los propios alemanes? ¿Se habla de la segunda guerra mundial o es aún un tema tabú? Política nacional española, derecho a poder no votar, políticos profesionales a los que no se les conoce otro oficio, vulgarización de la vida política en nuestro país. Ah, y oferta para incorporarme a un coro como tenor. Toma ya. Temas agradables, con sustancia y de los que se podía hablar.

Y tras la cena, a disfrutar de las caipirinhas a mitad de precio en Oskar. Hasta ahora es el mejor sitio que conozco para tal efecto. Qué recuerdos... a mitad de precio significa a precio normal en el conocido Café Central de Jena, y sin tapa de queso, pan y aceitunas. Investigaré para la próxima vez...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Irse a cenar con dos mujeres no es una stanmmtisch, es otra cosa ;)