jueves, 25 de marzo de 2010

Nada Original

Y por eso me dedico al copiado y al pegado de reflexiones ajenas. En esta ocasión toca un párrafo del amigo Josel3, al que por cierto conocí en persona el sábado pasado en Brujas:

2 años. En casa dije que me venía para unos 2 años, que luego volvería, pero entre la crisis y que no me apetece tirar por la borda todo lo logrado, creo que tardaré un poco más en retornar... Aunque claro, esto último es la pescadilla que se muerde la cola: cuanto más tiempo me quede, más cosas lograré, y más pereza me dará volver a empezar de 0, aunque en el fondo desee volver a España. No me lo tengas en cuenta mamá, la vida da muchas vueltas y yo aquí estoy bien.
Párrafo que suscribo totalmente, salvo por los deseos de fondo, que yo no tengo tan claros. Miles y miles de reflexiones, ideas, pros y contras han pasado por mi cabecita durante los pasados dos meses. Pero por una vez no me apetece recogerlas aquí, al menos por ahora. Digamos que también, sin que sirva de precedente, las comparto directamente con algunas de las personas a las que tengo aprecio. Y entretanto, seguimos con la disyuntiva...

jueves, 4 de marzo de 2010

La Felicidad del Investigador

Es algo sencillo, la verdad. Imaginad que estáis estudiando el efecto de una variable sobre otra, y empezáis a hacer números y cálculos, generalmente al principio dando palos de ciego. No hay muchos datos porque todo es preliminar, pero de repente, al representar en un gráfico los resultados, obtienes algo como esto:

Señoras y señores, este es el concepto de felicidad...

viernes, 26 de febrero de 2010

Febrero

Ya sé que hace bastante que no escribo por aquí. Sencillamente no le veo mucho sentido ahora, y no me apetece para nada, pese a que muchas de las cosas que pienso o que escucho quedarán en el olvido al no haberlas escrito... y la gran mayoría son bastante interesantes, de veras.

Estoy un poquito harto y asqueado de todo, en especial de mí y de mi melodramatismo. Bueno, y de los alemanes, de las alemanas y de la gente en general también. Eso de necesitar más y más interacción social con los semejantes de uno y de que el resto del mundo apenas parezca necesitarla me saca de quicio. Por eso estoy harto de mí. No puede ser que en 7 de las 10 últimas noches haya cenado acompañado y me sienta totalmente vacío y solo. Las historias de siempre.

Y bueno, también un poco de ninguneo en el trabajo. Hoy se acaba el contrato español y acabo de fimar uno nuevo alemán, que me permitirá quedarme aquí hasta, como mínimo, final del verano. Pero sinceramente me esperaba algo más. Algo más de reconocimiento, algo más de apoyo. Durante el pasado año no he costado ni un duro a mi instituto, salvo los gastos correspondientes a mi investigación y a los productos que he utilizado. Pero de salario, nada. Vino de España gracias a que conseguí financiación propia. Así que, sinceramente, creo que se podrían haber comportado de otra manera conmigo. Estoy también un poco harto de tanta inestabilidad laboral. Que sí, que desde antes de terminar la carrera he estado trabajando sin interurpción, de acuerdo. Pero no veo justo que la máxima estabilidad laboral a la que aspire sea como máximo de un año...

En fin, resignación, as usual...

lunes, 18 de enero de 2010

Formentera

Ayer...


domingo, 10 de enero de 2010

Schnee

Pero esta vez en el tropical sur español...

Autovía de Extremadura (Fuente)

La calle de mis padres

Patio de casa de mis padres

Mi coche

viernes, 8 de enero de 2010

Las reflexiones postnavideñas

El hecho de haber vuelto a mi trabajo de antes, por la misma carretera de siempre y con la misma gente me ha entristecido mucho. Como si fueran épocas pasadas y superadas de la vida. Y no sé qué hacer ahora, porque las condiciones laborales y, sobre todo, las expectativas, son bastante malas. Ahora mismo no sé si quiero volver a España, quedarme en Alemania o bien dejar de trabajar en investigación. Y eso implica tomar decisiones, para lo cual no tengo gana alguna. Es la sensación de que tú no marcas nada en tu vida, y que a fin de cuentas es esta la que te lleva. No hay apenas capacidad de decisión. Lo que no es necesariamente malo. Sólo muestra que las continuas contradicciones vitales son precisamente eso, parte de la vida, y que finalmente poco influyen.

Me siento raro en mi ciudad, y es que casi nada me ata a ella, y conforme vaya pasando el tiempo mucho menos cosas lo harán. Mi casa, mi trabajo y mis amigos están ya en otras latitudes, aunque eso es también pasajero. Ahora soy un simple visitante. Los españoles, en especial los del sur, son raros. O bien yo me he vuelto muy alemán ya, que también. Me cuesta incluso hablar. Y seguramente siga siendo muy injusto al generalizar, porque es fácil caer en los tópicos. Es lo que vengo pensando desde hace unos meses para acá. Siento que no he nacido en el país adecuado, o al menos en la zona de país adecuada. Ni tampoco en el año adecuado. ¿De volver a España sería esto lo que me espera? Es como volver a empezar de cero, pero esta vez donde en teoría tú provienes, por lo que no quedan excusas. Es además la sensación de que por mucho que hagas, esto no tiene remedio. Como si nada funcionara, como si todo el mundo estuviera desganado y apagado. Y yo el primero...

domingo, 3 de enero de 2010

Sanlúcar de Barrameda