Tras el fin de semana pasado, que se nos presentó como el primero invernal con la llegada de la nieve, estos últimos días han llegado las heladas. De hecho desde hace una semana, tras las últimas nieves, no hemos subido de los cero grados, como atestiguan los restos blancos que hay aún en algunos bordes de las calles.
El frío es lo que tiene. Todo se congela o, en su defecto, se cubre por una capa de escarcha. De repente han empezado a repetirse los días de enero en Jena, cuando para ir al trabajo debía atravesar un pequeño y estrecho camino lleno de hojas caídas y congeladas.