sábado, 31 de diciembre de 2005

Another year has gone by...


Otro año más, como diríamos aquí. Hay cosas que no cambian, como las imágenes que nos pondrán los telediarios a las 3 de la tarde hoy 31 con los festejos en Sidney, cuyos habitantes son de los primeros en dar la bienvenida a cada año nuevo. Luego comeremos, nos tomaremos las uvas e intentaremos divertirnos un poco. Después el concierto de año nuevo desde Viena y los saltos de esquí. Y la resaca para algunos. Afortunadamente el lunes es festivo también.

Esta nochevieja la pasaré fuera de casa, y es que el año parece acabar de una forma bastante aceptable para mí. El momento cumbre, sin duda, cuando estemos en la Plaza Nueva esperando a las campanadas que no suenan, pero ahí está la gracia, y finalmenteme me voy a salir con la mía, jeje.

Menú de la noche para Ana, Vanda, Alberto y Lucas:

Pimientos en almíbar (esto lo hace Ana).
Jamón, caña de lomo y queso.
Pollo relleno.
Piña.
Ribera del Duero (espero) y cava.
Ron legendario.
Uvas enlatadas (no voy a protestar).
Desgraciadamente no habrá marisco, por intolerancia por parte del público asistente.

Nos encontraremos con David y sus amigos extranjeros en la Plaza Nueva. Yo me prestaré voluntario a hacer de reloj en caso de que no se escuche nada. Imploraremos la presencia del alcalde, pidiendo que salga a saludar desde el balcón presidencial del ayuntamiento. Haremos muchas fotos y surgirá la locura colectiva propia del momento. Los de al lado le echarán cara al asunto y nos pedirán cava. Luego volveremos a casa de Vanda a tomarnos las primeras copas. Manuel se habrá unido ya. Intentaremos salir por ahí y acabaremos tomando un chocolatito caliente con churros. Espero que la zona elegida sea la Alameda por cercanía en el espacio con mi piso. Además, en la calle feria hay una chocolatería Virgen de Luján.

Estoy ligeramente feliz, y eso es suficiente, que digo, es mucho, muchísimo. Este año no he mandado felicitaciones a nadie, rompiendo con una tradición casi ancestral. He podido ser injusto con alguien, pero las cosas son así, y cuando no estoy bien actúo de esa forma. Pero bueno, desde aquí deseo de todo corazón un Feliz Año a todos los que lean esto y en concreto a las personas especiales de mi vida, que no son muchas, pero que están ahí, y ellos lo saben. Un beso y un abrazo para todos. De corazón.

viernes, 30 de diciembre de 2005

Tradiciones navideñas materialistas

Es tradición que cada Navidad el personal más joven del ICMSE salga a comer y a lo que surja. Este era mi tercer año, y tengo que confesar que no pensaba ir. De vez en cuando me vienen rachas de mal estado de ánimo y uno se cierra más aún de lo que ya de por sí está. Además, el descontento general con el resto del mundo, como ya he comentado en otros artículos, justo o no, que no lo sé, me pedía que no fuera. Pero no fue así y debo reconocer que me lo pasé muy bien. Quizás el punto positivo fue que me senté con los nuevos, y que conocer a gente nueva, aunque ya hayamos tratado en el instituto, es siempre agradable. Bueno, con los nuevos, con Ana, con Carmen y con Catina.

Como no, el pasado jueves 22 fue día laborable, y allí estaba en horario de mañana el personal becario del grupo FQM 212 trabajando en su laboratorio. Ahí me tienen ustedes al fondo en mi puesto de trabajo, con mi flamante jersey naranja centrista:


La cosa empezó poco antes de las tres de la tarde, Mesón del Asador, sito en las proximidades de la estación de Santa Justa:






La comida, excelente, hasta con un cierto toque bucólico como se puede ver en las imágenes seleccionadas. El vino pudo ser mejor. Para estar frente a unos azulejos referentes a la provincia de Burgos, nos podrían haber servido un Ribera del Duero...





Pero lo mejor de todo, la compañía, sin duda, a pesar de los jartibles de la mesa uno con sus villancicos jerezanos sin fin...


Y al final, pues el desmadre, hasta las 2 del siguiente día. Yo me bajé del carro de los penúltimos, mostrando así mi clase y distinción :p Lo malo, la vuelta, casi 2 horas para volver a mi piso, sin taxis, con caballerosidad ante las damas y con ayuda de Pablillo... Ahí tienen ustedes a la élite de la sociedad. Que Dios nos pille confesaos:

jueves, 29 de diciembre de 2005

Semana de relax

Mañana llega a su fin esta semana que me he tomado de descanso a sugerencia de mis jefas, y mía también. Sucede que de la teoría a la práctica hay un trecho, y yo como buen científico, soy fiel a ese tópico.

Me fastidia mucho tener que hacer de taxista. Hay cosas que no llego a comprender, porque cuando yo era estudiante universitario (hace muy poquito, no se crean ustedes...) los transportes públicos en Sevilla y alrededores eran 'excelentes' y 'todo el mundo iba en ellos'. Parece que con el paso del tiempo, coincidiendo con la etapa universitaria del segundo en el orden de sucesión, esto ha cambiado tela.

Así que madrugón para estar en una semana de relax. La situación geográfica de mi instituto, de la escuela de ingenieros y de mi gimnasio es estratégica, así que una vez allí, a las 9 de la mañana, me animé a ir al gimnasio. Mis primeros pensamientos eran volverme a casa y meterme de nuevo en la cama. Es verdad que siempre pienso eso recién levantado. De hecho si tengo que tomar una decisión acerca de lo que tenga que hacer en el día, evito la primera media hora de la jornada, donde el pesimismo, el vacío existencial y la falta de sentido vital son aún mayores que durante el resto del día.

Una vez decidido a hacer algo de deporte para rebajar los excesos, ligeros, de calorías de estos días, surgieron dos posibilidades: o me ahogaba en la piscina o bien me despertaba. Fue lo segundo. Es extraño meterse a nadar en invierno a las 9 y poco de la mañana, con el sol apenas recién salido. Además, la fauna del gimnasio a esas horas es distinta, mucha menos gente, una calle para mí solo, pero es mayoritariamente tercera edad la que lo puebla. Prefiero la clientela vespertina, me siento más integrado...

Un curioso inicio de día para ser libre. Lo normal hubiera sido despertarme a la una o así. Las mañanas de los días libres son detestables como norma general, aunque esta me ha resultado hasta agradable. El día continuó y, weno, ha estado bien, aunque me queda una ligera sensación agridulce...

miércoles, 28 de diciembre de 2005

Fríos nórdicos invernales


Atención a las temperaturas de esta noche en Finlandia y parte de Suecia. Turku, la ciudad donde viví, está rodeada por un círculo azul. No se pueden quejar hoy, -8ºC. Ojo a la zona de Suecia donde disfrutan de una agradable noche despejada con -30ºC. Incomprensiblemente en la zona de Ivalo, ciudad que alberga el aeropuerto más nórdico del país, tienen casi la misma temperatura que en el sur; y al norte, ya en Noruega, casi rozan temperaturas positivas...

Yo decidí ir en fechas más cálidas. Durante los primeros días de Julio pasado llegó hasta a hacer calor, como demuestra la siguiente fotografía tomada en Tampere, la segunda ciudad del país, situada en la zona centro-sur:


Si sentíis curiosidad, podéis consultar el tiempo en Finlandia y en sus ciudades en http://www.fmi.fi/saa/paikalli.html?kunta=Turku (con los datos de Turku por defecto)

Navidad. Pequeñas reflexiones desordenadas fuera de lo común

Este post fue escrito el pasado 25 de Diciembre de 2005. Creo que este es un lugar más adecuado...


Nunca he hablado de mí en este blog. Para eso he tenido mis antiguas meditaciones cuadrupolares, aunque hace mucho que no actualizo.

Soy por lo general una persona bastante reservada y discreta en casi todos los sentidos, y bastante fría, al menos creo que esa es la imagen que puedo proyectar al exterior. Nada más lejos de la realidad, y es que soy bastante idealista, cursi a veces, cercano a la vez que misterioro, y bastante tímido, cierto es. ¿Lo soy ahora o eso es lo que era antes?

¿Antes de qué, se preguntará usted, querido lector? Pues no lo sé, supongo que antes de que con el paso del tiempo y de la experiencia uno se diera cuenta de que ese idealismo, esa forma de ver las cosas son totalmente incompatibles con el mundo real, donde reina una de las cosas que más detesto, la hipocresía. Así que hay que ser práctico. Sentimientos como la amistad o el amor son muy extraños y, como dije hace años a un compañero de la facultad, son, casi siempre, fruto de una necesidad común en un mismo espacio y tiempo.

Antes solía escribir mucho respecto a estos temas, pero llegó un momento en el que me cansé. I'm lonely and I'm too tired to talk © exactamente. Y es que todo es cíclico, todo se repite, todas las relaciones con las personas pasan por las mismas épocas, salvo contadas excepciones, supongo, o quiero suponer. Casi todas las relaciones tienen fecha de caducidad, quizás sea condición humana, y es que llega un momento que, o bien los demás no te aportan más, o tú cansas a los demás. En una conversación familiar reciente alguien dijo que las verdaderas amistades, o mejor dicho, las que perduran en el tiempo, son aquellas relacionadas con vínculos religiosos, como las hermandades, o políticos. Y mirando a mi alrededor, creo que es así.

Claro que eso es totalmente incompatible con mis ideas idealistas, valga la redundancia. Debe existir ese estado de amistad sincera y duradera, de confianza, y otras de amor. Pero dada mi experiencia, repito, eso no es así. De hecho conozco a poca gente que siempre se haya relacionado con las mismas personas. Una razón es la propia vida, que te lleva por su camino, ya que al final terminarás relacionándote con las personas con las que compartas lugar y tiempo, véase compis de cole, instituto, universidad y, finalmente, trabajo. Todo esto hasta que finalmente pases a una relación estable de pareja, crear una familia etc. ¿Y entonces qué? Esto es la vida, ¿no?, siempre ha sido así…

Luego el mundo no es como uno piensa, aparecen cambios, de la misma manera que aparecen miedos a esos cambios, indecisiones, dudas, inseguridad. Es decir, el tiempo pasa, debes pasar a la siguente etapa vital, aunque no estés muy conforme con dicho salto, e incluso sin haber completado los supuestos objetivos de la etapa anterior. A fin de cuenta es una carrera contra el reloj, y seguramente conforme pase el tiempo, la sensación de angustia irá apareciendo y aumentará.

Cada cambio requiere un aporte de energía, sí sí, mi lado científico debe aparecer por alguna parte. Con cada cambio, pasas a una nueva situación, y no necesariamente debe ser mejor, luego existe algo de riesgo. Y claro, ese aporte de energía puede que no te convenga. Es decir, es recurrir a uno de los refranes que más detesto: 'más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer'. Sé que es verdad, que a fin de cuentas son tópicos, pero relamente me afectan.

Todo esto produce un cacao mental importante, así como una sensación de vacío nada desdeñable, porque nada ni nadie llena tu vida y porque no paran de aparecer contradicciones por todos lados. Esa es una de mis características, y es que soy bastante contradictorio. Porque tienes unas ideas, pero no son prácticas, pero sí, las cosas no pueden ser así de frías, y de esa forma llegas a un bucle infinito entre lo que piensas, lo que ves, lo que quieres pensar y la realidad. El mejor símil me lo dijo un amigo: 'es como estar en el fondo de un pozo y caminar dando vueltas.' A esto sigue la aparición de dudas en todos los aspectos de tu vida, no sólo ya la personal, sino la profesional. Te planteas el sentido de todo, incluso de tus propias reacciones y gustos. Es una especie de mundo paranoico, en el que llegas a un punto un poco esquizofrénico, es decir, hay algunas de tus reacciones que no son naturales, sino que todo está liado debido a todas las contradicciones que tienes. Vamos, que inconscientemente te fuerzas a ti mismo a hacer o pensar ciertas cosas para asimismo creer que piensas o actúas de esa otra manera. Por ejemplo, ser amable con alguien. Puede que lo que te pida el cuerpo es no serlo, pero eso no puede ser, así que tienes la sensación de que realmente sí quieres, para a continuación ser amable y hacerte creer lo bueno que eres con la gente cuando realmente eso no es cierto.

El siguiente paso es pasar. Porque yo tengo bastante miedo a resultar pesado. Esto es, ofreco las cosas pocas veces. Si alguien al que invito a salir me da largas, a la tercera, más o menos, desisto. Así que paso, y me centro en mí. Vamos, buscarme ocupaciones que me mantengan atareado cuando más tiempo posible, buscando esa situación ideal que es la autosuficiencia. Eso funciona a veces, porque durante el día estás ocupado en esos asuntos, que no te dejan tiempo para pensar en otras cosas. Pero amigo, o te cansas mucho, que lo hago, o bien, al duro día de trabajo sigue la larga noche...

La cosa termina, por el momento, con la aceptación. Cada uno es como es y eso es difícil de cambiar. Las sensaciones de dudas, inseguridades, el ser idealista, siempre estarán ahí. Son inherentes a ti. Como también es propio el pasar de todo repentinamente, los cambios bestiales de estados de ánimo sin apenas justificación aparente y muchas cosas más.

El mundo en el que vivo es bastante cerrado, bastante elitista y demasiado competitivo e incluso cruel. Es muy fácil no tener relación con el resto del mundo, con la gente normal, lo cual es un gran impedimento en nuestra contra. Para estar en este mundo le has debido de dar bastante al coco, y eso también te lo aplicas a ti, eres demasiado racional y piensas mucho, demasiado, las cosas, haciéndolas difíciles. Ahí fuera quizás no se toman la vida dándole tanta importancia a todo, son más simples. A veces me quedo sorprendido de la simplicidad de muchas personas, y no lo digo como algo despectivo, más bien como todo lo contrario.

Bueno, quizás esta parrafada no tenga orden porque la he escrito tal y como se me ocurría, pero ahí quedan unas ligeras reflexiones. No son todas, por supuesto, son las que han pasado por mi cabeza. Algunas frases no son mías, como he señalado. Hablar de cosas tan simples como estas me gusta, lo que pasa que, como ya dije antes, soy bastante cerrado y frío. Y el momento es importante, y la confianza también, y bueno, como de confianzas va el tema, ya comprenderá usted... e incluso estos temas se prestan a la duda, tampoco estoy seguro de todo lo que pienso y escribo respecto a ellos.

En definitiva, que me parece incluso un insulto quejarse por estas cosas, porque a fin de cuentas vivo en un país desarrollado, como todos los días, tengo una casa, un trabajo y más o menos puedo vivir bien. Pero bueno, es lo que hay...

¿Y en cuestiones políticas, que a fin de cuentas es de lo que va este blog? Ahí tengo las cosas un poco más claras, la verdad. No es posible saber sobre todo y por lo tanto, poder dar una opinión. Por eso intento, a veces, mantener una cierta distancia. Es cierto que la verdad absoluta es difícil de tener, y de que muchas veces dudo también de algunos conceptos e ideas. Puede que esté equivocado, pero así pienso. Y sobre eso intento opinar aquí. Quizás un poco a contracorriente, porque parece que no ser un joven normal de izquierdas no se lleva. O eso es lo que nos han querido hacer creer. Y me refiero con normal a ser de lo que se conoce como clase media, vamos, las personas que viven de su trabajo y que lo han conseguido todo trabajando. Ni mi familia tiene grandes reservas de dinero, ni heradaron nada de sus padres ni yo heredaré nada importante. Aunque muchos se quedarían sorprendidos de la cantidad de jóvenes que vamos a contracorriente...

Así que, si alguien ha llegado hasta aquí, felicidades :p Y lo típico, Feliz Navidad y esas cosas, preciosamente hoy, un ligeramente lluvioso día de Navidad sevillano. Mientras tanto, seguiremos dando guerra, o al menos, intentándolo.

Los núcleos cuadrupolares


Los núcleos atómicos con naturaleza cuadrupolar constituyen casi el 70 % de todos los núcleos atómicos que se conocen. Estos núcleos atómicos presentan un número cuántico de espín nuclear mayor a 1/2. La distribución de su carga nuclear no es esférica, produciendo esto una asimetría, que es resposable de una serie de interacciones entre los campos eléctricos y magnéticos que dificultan el análisis de estos núcleos por Resonancia Magnética Nuclear. En estado sólido esto es aún mucho más complicado.

De hecho, los núcleos cuadrupolares son por lo general los más difíciles de medir de la tabla periódica. Pero son los más abundantes. He ahí la paradoja...

Pero lejos de constituir un impedimento, que lo constituye, gracias a la naturaleza cuadrupolar de algunos núcleos atómicos se puede obtener una valiosa información. Es como la vida misma. De ahí el título de este blog.

Así que hago mudanzas y dejo los espacios de msn para contar aquí en Blogger mis meditaciones cuadrupolares, para seguir buscando el sentido. Es más agradable, me gusta más.

Alberto