miércoles, 28 de diciembre de 2005

Navidad. Pequeñas reflexiones desordenadas fuera de lo común

Este post fue escrito el pasado 25 de Diciembre de 2005. Creo que este es un lugar más adecuado...


Nunca he hablado de mí en este blog. Para eso he tenido mis antiguas meditaciones cuadrupolares, aunque hace mucho que no actualizo.

Soy por lo general una persona bastante reservada y discreta en casi todos los sentidos, y bastante fría, al menos creo que esa es la imagen que puedo proyectar al exterior. Nada más lejos de la realidad, y es que soy bastante idealista, cursi a veces, cercano a la vez que misterioro, y bastante tímido, cierto es. ¿Lo soy ahora o eso es lo que era antes?

¿Antes de qué, se preguntará usted, querido lector? Pues no lo sé, supongo que antes de que con el paso del tiempo y de la experiencia uno se diera cuenta de que ese idealismo, esa forma de ver las cosas son totalmente incompatibles con el mundo real, donde reina una de las cosas que más detesto, la hipocresía. Así que hay que ser práctico. Sentimientos como la amistad o el amor son muy extraños y, como dije hace años a un compañero de la facultad, son, casi siempre, fruto de una necesidad común en un mismo espacio y tiempo.

Antes solía escribir mucho respecto a estos temas, pero llegó un momento en el que me cansé. I'm lonely and I'm too tired to talk © exactamente. Y es que todo es cíclico, todo se repite, todas las relaciones con las personas pasan por las mismas épocas, salvo contadas excepciones, supongo, o quiero suponer. Casi todas las relaciones tienen fecha de caducidad, quizás sea condición humana, y es que llega un momento que, o bien los demás no te aportan más, o tú cansas a los demás. En una conversación familiar reciente alguien dijo que las verdaderas amistades, o mejor dicho, las que perduran en el tiempo, son aquellas relacionadas con vínculos religiosos, como las hermandades, o políticos. Y mirando a mi alrededor, creo que es así.

Claro que eso es totalmente incompatible con mis ideas idealistas, valga la redundancia. Debe existir ese estado de amistad sincera y duradera, de confianza, y otras de amor. Pero dada mi experiencia, repito, eso no es así. De hecho conozco a poca gente que siempre se haya relacionado con las mismas personas. Una razón es la propia vida, que te lleva por su camino, ya que al final terminarás relacionándote con las personas con las que compartas lugar y tiempo, véase compis de cole, instituto, universidad y, finalmente, trabajo. Todo esto hasta que finalmente pases a una relación estable de pareja, crear una familia etc. ¿Y entonces qué? Esto es la vida, ¿no?, siempre ha sido así…

Luego el mundo no es como uno piensa, aparecen cambios, de la misma manera que aparecen miedos a esos cambios, indecisiones, dudas, inseguridad. Es decir, el tiempo pasa, debes pasar a la siguente etapa vital, aunque no estés muy conforme con dicho salto, e incluso sin haber completado los supuestos objetivos de la etapa anterior. A fin de cuenta es una carrera contra el reloj, y seguramente conforme pase el tiempo, la sensación de angustia irá apareciendo y aumentará.

Cada cambio requiere un aporte de energía, sí sí, mi lado científico debe aparecer por alguna parte. Con cada cambio, pasas a una nueva situación, y no necesariamente debe ser mejor, luego existe algo de riesgo. Y claro, ese aporte de energía puede que no te convenga. Es decir, es recurrir a uno de los refranes que más detesto: 'más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer'. Sé que es verdad, que a fin de cuentas son tópicos, pero relamente me afectan.

Todo esto produce un cacao mental importante, así como una sensación de vacío nada desdeñable, porque nada ni nadie llena tu vida y porque no paran de aparecer contradicciones por todos lados. Esa es una de mis características, y es que soy bastante contradictorio. Porque tienes unas ideas, pero no son prácticas, pero sí, las cosas no pueden ser así de frías, y de esa forma llegas a un bucle infinito entre lo que piensas, lo que ves, lo que quieres pensar y la realidad. El mejor símil me lo dijo un amigo: 'es como estar en el fondo de un pozo y caminar dando vueltas.' A esto sigue la aparición de dudas en todos los aspectos de tu vida, no sólo ya la personal, sino la profesional. Te planteas el sentido de todo, incluso de tus propias reacciones y gustos. Es una especie de mundo paranoico, en el que llegas a un punto un poco esquizofrénico, es decir, hay algunas de tus reacciones que no son naturales, sino que todo está liado debido a todas las contradicciones que tienes. Vamos, que inconscientemente te fuerzas a ti mismo a hacer o pensar ciertas cosas para asimismo creer que piensas o actúas de esa otra manera. Por ejemplo, ser amable con alguien. Puede que lo que te pida el cuerpo es no serlo, pero eso no puede ser, así que tienes la sensación de que realmente sí quieres, para a continuación ser amable y hacerte creer lo bueno que eres con la gente cuando realmente eso no es cierto.

El siguiente paso es pasar. Porque yo tengo bastante miedo a resultar pesado. Esto es, ofreco las cosas pocas veces. Si alguien al que invito a salir me da largas, a la tercera, más o menos, desisto. Así que paso, y me centro en mí. Vamos, buscarme ocupaciones que me mantengan atareado cuando más tiempo posible, buscando esa situación ideal que es la autosuficiencia. Eso funciona a veces, porque durante el día estás ocupado en esos asuntos, que no te dejan tiempo para pensar en otras cosas. Pero amigo, o te cansas mucho, que lo hago, o bien, al duro día de trabajo sigue la larga noche...

La cosa termina, por el momento, con la aceptación. Cada uno es como es y eso es difícil de cambiar. Las sensaciones de dudas, inseguridades, el ser idealista, siempre estarán ahí. Son inherentes a ti. Como también es propio el pasar de todo repentinamente, los cambios bestiales de estados de ánimo sin apenas justificación aparente y muchas cosas más.

El mundo en el que vivo es bastante cerrado, bastante elitista y demasiado competitivo e incluso cruel. Es muy fácil no tener relación con el resto del mundo, con la gente normal, lo cual es un gran impedimento en nuestra contra. Para estar en este mundo le has debido de dar bastante al coco, y eso también te lo aplicas a ti, eres demasiado racional y piensas mucho, demasiado, las cosas, haciéndolas difíciles. Ahí fuera quizás no se toman la vida dándole tanta importancia a todo, son más simples. A veces me quedo sorprendido de la simplicidad de muchas personas, y no lo digo como algo despectivo, más bien como todo lo contrario.

Bueno, quizás esta parrafada no tenga orden porque la he escrito tal y como se me ocurría, pero ahí quedan unas ligeras reflexiones. No son todas, por supuesto, son las que han pasado por mi cabeza. Algunas frases no son mías, como he señalado. Hablar de cosas tan simples como estas me gusta, lo que pasa que, como ya dije antes, soy bastante cerrado y frío. Y el momento es importante, y la confianza también, y bueno, como de confianzas va el tema, ya comprenderá usted... e incluso estos temas se prestan a la duda, tampoco estoy seguro de todo lo que pienso y escribo respecto a ellos.

En definitiva, que me parece incluso un insulto quejarse por estas cosas, porque a fin de cuentas vivo en un país desarrollado, como todos los días, tengo una casa, un trabajo y más o menos puedo vivir bien. Pero bueno, es lo que hay...

¿Y en cuestiones políticas, que a fin de cuentas es de lo que va este blog? Ahí tengo las cosas un poco más claras, la verdad. No es posible saber sobre todo y por lo tanto, poder dar una opinión. Por eso intento, a veces, mantener una cierta distancia. Es cierto que la verdad absoluta es difícil de tener, y de que muchas veces dudo también de algunos conceptos e ideas. Puede que esté equivocado, pero así pienso. Y sobre eso intento opinar aquí. Quizás un poco a contracorriente, porque parece que no ser un joven normal de izquierdas no se lleva. O eso es lo que nos han querido hacer creer. Y me refiero con normal a ser de lo que se conoce como clase media, vamos, las personas que viven de su trabajo y que lo han conseguido todo trabajando. Ni mi familia tiene grandes reservas de dinero, ni heradaron nada de sus padres ni yo heredaré nada importante. Aunque muchos se quedarían sorprendidos de la cantidad de jóvenes que vamos a contracorriente...

Así que, si alguien ha llegado hasta aquí, felicidades :p Y lo típico, Feliz Navidad y esas cosas, preciosamente hoy, un ligeramente lluvioso día de Navidad sevillano. Mientras tanto, seguiremos dando guerra, o al menos, intentándolo.

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