viernes, 1 de febrero de 2008

Bayreuth

Este tío lleva escribiendo varios días sobre el último viaje, la última reunión, la última semana... ¿huye de Alemania? Quizás se preguntarán ustedes...


Templo del Sol, Bayreuth

Pues no, y sí. En breves horas parto para Bayreuth, ciudad del norte de Baviera. Sí, son casi las tres de la mañana, acabo de llegar a casa y aún no tengo preparado nada. Por fortuna para mí tengo pocas cosas que transportar. Aquí se acaba un periodo de mi vida, y empieza otro. Ein neuer Anfang. Era lo previsto, incluso se ha retrasado un poco más de lo planeado. ¿Y ahora qué? Pues como vengo diciendo estos días, son sentimientos contrapuestos. Desde el punto de vista laboral el cambio es muy importante, porque el instituto donde voy a trabajar es una gran instalación y funciona exageradamente bien. Pero por otro... dejo muchas cosas en Jena. Sí, y no creo que exagere, jamás he tenido un grupo de amigos como el que he hecho aquí, entendido como grupo de personas que se reúnen regularmente y se tratan como si se conocieran de toda la vida. Quizás haya sido por estar todos en el extranjero o a saber, pero es así. Y un apunte importante, hablo de personas que no tienen nada que ver con mi trabajo. Quizás exagerara si dijera que jamás me lo he pasado tan bien, que este pasado mes de Enero ha sido realmente excepcional. Sí, he vivido en muchos sitios y al final he terminado conociendo gente, es algo que llevo conmigo, será igual en el nuevo destino, pero confieso que me da bastante pereza empezar otra vez de cero, siempre empezando desde cero, esto parece no tener fin...

Y bueno, como sé que me leéis, simplemente daros las gracias, de verdad. Digamos que esto no es un adiós sino un hasta luego. Y bueno, seguiremos meditando, pero ya desde Bayreuth...

1 comentario:

Anónimo dijo...

El extraño influjo de Jena te acompañará, sin duda...