El sueño

Siempre he tenido problemas con el sueño. Recuerdo que desde pequeñito me costaba mucho dormirme por la noche, y eso apenas ha variado. Incluso el hecho de que se fuera el sol, de que llegara la noche, me producía una tremenda angustia. En invierno esto era aún peor.

Da igual que trabaje mucho o que llegue muy cansado a casa, casi siempre me resulta complicado dormir. Y es que hacia las ocho o nueve de la noche me despierto y me entran ganas de hacer cosas. Es algo curioso, cuando debería estar más cansando, pues ¡hala¡ ¡arriba! La cuestión es que durante el día suelo estar cansado y con sueño. Durante el día domina la apatía y la desgana. Sin embargo, cuando estoy en casa por la tarde caigo rendido y puedo dormir perfectamente hasta las 9 de la noche. Lo cual es una gran descompensación. Aclaro una cosa: casi nunca estoy en casa por la tarde. Puede ser una tarde cada meses.

Siempre he dicho que no me importaría tener un trabajo nocturno, y supongo que será por eso.