viernes, 30 de mayo de 2008

Nürnberg: Dokumentationszentrum Reichsparteitagsgelände

Hace un par de sábados tocó volver a la capital francona. Esta vez, acompañado de la Armada española, que estaba interesada en ver este edificio, originalmente una especie de anfiteatro construido a mayor gloria de los nacional socialistas alemanes y hoy reconvertido en una especie de museo del horror y del terror.

No nos costó llegar, y es que con un coche todo es distinto. Bueno, y con un guía que tenga un cierto sentido de la orientación y que sepa cómo llegar a los sitios. Nada más entrar nos dieron una audioguía, que se podía escuchar en español.


Entrada al edificio

Impresiona el sitio, sobre todo al principio, aunque luego empieza a cansar un poco. Es tremendo ver toda la maquinaria de propaganda y de terror nacional socialista, la purgas internas, la organización de los eventos, cómo cuidaban hasta el más mínimo detalle de imagen, la serie de organizaciones que se ocupaban de todo, en definitiva, la Historia de Alemania desde el final de la primera guerra mundial hasta el final de la segunda, la crisis de las instituciones y el camino de un país hacia el desastre. Me llamaron la atención dos cosas en especial. La primera era el método para determinar la pureza de una persona, a la que se identificaba con determinados símbolos dependiendo del número de antecedentes judíos, lo cual iba asociado a ser o no ciudadano. La segunda fue un mapa con todos los campos de concentración. Y, finalmente, salida al anfiteatro. Me faltó algo más de Goebbels, que apenas apareció en el museo.

Así controlaban la pureza de la raza


Kongresshalle

Y dada la compañía, con un currícum enfocado en el derecho, la siguiente parada fue la famosa sala donde tuvieron lugar los Juicios de Nuremberg, tras la segunda guerra mundial. Todo un hito desde el punto de vista del Derecho, con la creación de una especie de Derecho internacional. Esta sala está cerca del centro de la ciudad, hacia el suroeste. Tuvimos que esperar un rato a la siguiente sesión, así que aprovechamos para comer algo y beber una cerveza.

Biergarten cercano

Lederer, una de las mejores que he tomado aquí en Alemania, por cierto. Lástima, porque parece ser una cervecería pequeña y tradicional y por ahora no la he encontrado en ningún sitio. Habrá que ir allí exclusivamente.

Estuvimos en la sala del juicio unos 20 minutos, con documental en alemán con subtítulos en inglés incluido. Curioso eso de que, de repente, en pleno juicio, nadie sabía nada. Dicen que la sala original era algo más grande. Llamativo el sitio, sí.


Entrada al Palacio de Justicia


El banquillo de los acusados

Y tras la visita, paseíto por el centro de la ciudad, con lluvia fuerte incluida. La comida fue en un sitio de lo más tradicional de la ciudad, junto al río, el Heilig-Geist-Spital, donde disfrutamos de diversas especialidades regionales, siguiendo la recomendación de R. Después, cuando ya había dejado de llover, nos centramos en la Karolinentraße, la calle comercial por excelencia de Nürnberg. Un frapuccino cayó en un Starbuck que estaba por allí. Eso y una magdalena de chocolate. Sí, es algo que echo de menos desde que estuve en los Estados Unidos. Entretanto, nos dedicamos a conversar sobre las cosas de nuestro país, quizás con un poco más de tranquilidad y con otra perspectiva, dada nuestra residencia actual, alejada del mundanal ruido. Hablamos de la prensa y de los grupos de comunicación, y esta vez la conversación se centró en el director de uno de los principales periódicos de nuestro país. Finalmente, vuelta a casa, a Bayreuth, apenas tenía unas horas para preparar la maleta...

jueves, 29 de mayo de 2008

Grillwetter

Estos alemanes son la leche, sí señor. Ya no les vale con incluir Mallorca en sus mapas del tiempo, no, es que los muy germánicos tienen ahora en primavera un mapa que indica si puedes hacer barbacoa o no, con las posibilidades de éxito, que se miden por el número de salchichas y fuegos. Ahí los bávaros llevamos hoy la delantera. ¡Eso sí que es arte! Servidor cae rendido.

martes, 27 de mayo de 2008

Un sin papeles

Eso es lo que casi soy. Parlez-vous français? me preguntó la chica del mostrador de Lufthansa en el aeropuerto de Lyon el sábado pasado a una hora inconstitucional. Joder guapa, entonces de lo del Guten Morgen, ich fliege nach Nürnberg no has pillado nada, fue lo que pensé. Interesante esto de que trabajes para Lufthansa, empresa alemana, en un puesto de cara al público y no hables la lengua de Goethe, aunque sea lo básico.

Resulta que le había dado mi DNI para identificarme y llevaba ya un par de semanas caducado. La chiquilla me explicó que eso era un problema. But I cannot fly? le dije yo. Bueno, si no cierran Schengen, como por ejemplo en Austria y Suiza el mes que viene por la Eurocopa de fútbol, no tiene por qué pasar nada, me respondió ella. Eso es lo que yo creía, aunque ahora no lo tengo muy seguro. ¿Se puede pasar de un país a otro de la UE con la documentación caducada, ya sea el DNI o el pasaporte? Si no hay controles porque no sales del espacio Schengen, no veo la razón para el no, aunque quizás las compañias aéreas se quieran curar en salud. No problem, servidor llevaba también el pasaporte, pero resulta que este caduca en un par de semanas. Será entonces cuando me convierta en un sin papeles. Menos mal que me dio por presentar en DNI en Lyon, porque si no me pudiera haber encontrado con una gracia curiosísima la próxima vez que deje Alemania, aunque bueno, como supongo que sería la vuelta a España, no creo que me hicieran la trastada de dejarme en tierra...

Pero no es plan de jugar con el destino, así que toca ir a Munich, donde está el consulado más próximo. Ya les he llamado. No es la primera vez, por cierto, y un diez en amabilidad y atención a los trabajadores del Consulado de España en Munich. Así que un día de estos me pasaré por allí y renovaré el pasaporte. Me han dicho que me tengo que registrar como residente, que un año o dos no es una estancia temporal. Qué remedio, así me convertiré oficialmente en exiliado. No está mal otro viajecito, además intentaré aprovechar el día...

PS: Vuelto sano y salvo de Francia, genial estancia en todos los sentidos y muchas cosas por contar. Pero como le decía ayer a alguien, no recuerdo a quien, a Nacho, aún tengo pendiente hasta las fotos de la nieve y del hielo en Jena. Se me acumula la información...

viernes, 16 de mayo de 2008

Zwei neue Bücher

Tengo que comprarme una maleta pequeña, o normal, porque las que tengo aquí son excesivamente grandes. Justo el tamaño necesario para un fin de semana o incluso una semana ahora con buen tiempo, cuando no se necesita llevar excesiva ropa, o bien no abulta tanto. Así que hoy, en lugar de irme a la piscina y después el Volksfest, una especie de feria que se celebra esta semana en Bayreuth (ya saben, cualquier excusa es válida para beber cerveza) y dado que no me encontraba demasiado bien, con un poco de mareo y bastante cansado, llevo ya tres noches descansando fatal, he intentado ver algunas maletas por la zona del centro de la ciudad y por el Rotmain Center. He localizado una tienda interesante en el centro, junto a la Ópera, pero como buena tienda alemana a las 7 habían echado el cierre. Luego en el Rotmain había otra tienda de maletas, pero algo más cara, así que mañana por la mañana intentaré ir a la primera. Tampoco necesito algo de excesiva calidad.


Pero no me he venido de vacío. Aquí, y en los Estados Unidos, es típico que las librerías tengan mesas grandes justo a la entrada con libros de fotos o de temas curiosos, generalmente de gran tamaño y muy bien de precio. Pues he caído, y no me he podido resistir a comprar un libro de Alemania, con fotos muy chulas y con un párrafo dedicado a cada ciudad o sitio importante para visitar. Además viene también en inglés. Y, ya que estábamos, un libro de Historia reciente de Alemania. Al menos lo poco que he leído en la librería no me resultaba muy complicado de entender.

Servidor mañana a Nuremberg y el domingo a Francia, Grenoble. Esto es un no parar...

jueves, 15 de mayo de 2008

Llegó la segunda

No hay nada más reconfortante que empezar un día con una multa sobre tu mesa de trabajo. Ha llegado la segunda, señores, y esperemos que la última. De nuevo carta sin certificar, y a mi dirección antigua, de la muy alemana ciudad de Meißen, en la que, evidentemente, no volveré a poner un pie y excluiré de las rutas de viaje. Que vayan a tomarle el pelo y a estafar a su señora progenitora B. El límite volvía a ser de 50 km/h y según el cacharro que me hizo la foto servidor conducía a 59. Pero esta vez me ha asustado más, porque en la misiva venía mi fecha y lugar de nacimiento. Vamos, que aquí todo el mundo sabe qué voy a cenar esta noche (los que habláis conmigo sabéis que suelo poner otro ejemplo, pero dejémoslo en ese hoy).

Contando con la de la muy alemana ciudad de Dresden, que llegó antes, la tasa sajona ha sido de 50 €. Como si no pagara ya suficientes impuestos y tasas de todo tipo. Vaya timo de país. Sois una panda de estafadores y vulgares rateros, que lo sepáis. Tenéis mi máximo desprecio. Pero como dije cuando llegó la primera, ya sabéis que habéis sido excluidos de la lista de sitios para visitar, ni un céntimo más de mi bolsillo ni de mis conocidos para vosotros. Que os den.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Lohengrin Therme

Estas termas constituyen una de las atracciones de Bayreuth. Tenía ganas de ir, ya lo había sugerido alguna que otra vez, pero no sabía exactamente cómo llegar y tampoco ir solo me hacía demasiada gracia. Hasta que parte de la sección rusa femenina lanzó la sugerencia, y allí que fuimos el 1 de Mayo a conocer las instalaciones. Quedamos a las tres de la tarde en la ZOH o estación central del autobuses. Estos extranjeros tienen unos horarios raros, así que no sabía si comer en casa o no comer o comer algo por el camino. Me compré un döner mientras llegaba al centro. Aparte de eso, empezó bien la aventura, porque Evgenya me dijo en la estación de autobuses que si me despedían no me resultaría nada difícil encontrar otro trabajo, simplemente porque en dos ocasiones tuve que ayudar al compañero de turno a sacar los billetes del autobús en la máquina situada allí al efecto.

Las termas está bien. Hay diferentes posibilidades desde poco menos de 10 €: piscinas de agua caliente, saunas y otros tratamientos varios de relax, entre los que se incluyen masajes de todo tipo y condición, baños en cerveza, un Sueño Romántico para dos, con champagne incluido y todo. Y supongo que fresas y nata también, entre otros.

Nosotros nos apuntamos a la primera opción, así que durante unas tres horas ocho componentes del insti estuvimos deambulando entre piscinas de agua a diferentes temperaturas, incluyendo exteriores, piscinas con chorros de agua y burbujas, piscina relajante musical, en la cual podías escuchar música debajo del agua y pequeña Zitronensauna con posterior baño en piscina a 16ºC.

Creo que mi instituto, para aumentar la productividad de sus trabajadores, debería pagarnos una sesión semanal en este sitio. Mis compañeros me dicen que hable con el director, pero es que ya se juntan muchas cosas por pedir, como la posibilidad de tener una tele grande o proyector para ver los partidos de fútbol en el seminario de las conferencias. Todo se andará. Y a las termas, supongo que volveremos...

lunes, 12 de mayo de 2008

Maisel’s Weissbierfest

Aquí en Bayreuth el fin del invierno y el inicio de la primavera y el supuesto buen tiempo viene determinado por el Festival de la cerveza que organiza Maisel, una de las marcas locales. Sucedió a finales de Abril, desde un jueves a un domingo.

¿La idea? Pues como un Oktoberfest, pero en pequeñito, junto a la fábrica de la cerveza. Terrenos al aire libre, carpas con conciertos, puestos de tiro, de dulces, de comida y, evidentemente, de cervezas. Fui primero el viernes con compañeros del instituto y el sábado con las españolas y sus amigos alemanes. Lástima de no haber llevado la cámara el primer día y de sí haberla llevado el segundo, pero sin la tarjeta de memoria dentro. No hay documentos gráficos por esa razón. Lo que sí pueden ustedes es ver las distintas cervezas de trigo que tiene esta marca. Mientas buscaba información para escribir este artículo, me he enterado que Weizenbier, Weißbier y Hefeweizen son sinónimos, y significan cervezas hechas a partir de trigo. Los de Maisel tienen la Original, que tiene toda la pinta de no estar filtrada, y luego, las filtradas con tres tonalidades, de más oscura a más claro: Dunkel, Hell y Kristall. Según mi gusto, en general tienen un sabor distinto, aunque todo es acostumbrarse. Yo suelo tomar más la Original y la Kristall.

Maisel´s Weisse Original

Entre las actividades organizadas para tal celebración se encontraba una carrera durante la mañana del domingo. Varias personas del instituto se apuntaron, incluso me sugirieron que yo hiciera lo propio. Grande era su fe pretendiendo que yo madrugara un domingo para ponerme a correr, ¡ja! (la última palabra es en español, no en alemán). Y pensar que uno de los alemanes con los que estuvimos el sábado se retiró antes de tiempo porque tenía que concentrarse en la carrera...

Había una carrera para niños y otra para gente más mayorcita, que creo que era de unos diez kilómetros. Nobu, el responsable del microscopio quedó entre los 50 primeros. Por cierto, que vi la carrera porque pasaba por mi calle, así que pude tomar algunas fotos desde la ventana. Luego alguien me sugirió que hubiera estado interesante colgar mi bandera de España del balcón, para que así me identificaran mis compis.

Funrun aus meinem Haus

domingo, 11 de mayo de 2008

Erdbeeren

Una de las cosas que mas me gustan de aquí es que puedo encontrar absolutamente de todo. Sólo hay que ir a las diferentes tiendas y comprar. Si no se encuentra el producto español deseado siempre queda uno italiano que lo sustituye perfectamente.

Y uno de los productos que vienen en esta época desde nuestro país son las fresas y las frambuesas. Y nada mal de precio. De hecho creo que gran parte de la producción se exporta, porque apenas he visto frambuesas en las fruterías españolas. Una gozada tener tanta variadad de productos aquí, otra razón más para no sentirse en el extranjero.

jueves, 8 de mayo de 2008

De Nederlandse partij

La vida del investigador en el extranjero es dura, no tiene uno tiempo para nada. Hoy me lo comentaba D, un italiano insultantemente joven, cuando íbamos a hacer la compra: "esto de nadar un día, jugar al fútbol otro, salir a cenar otro y demás está muy bien, así tengo cosas que hacer y no me siento solo, pero es que el tiempo vuela y no me da tiempo para nada, que también tengo que limpiar la casa y lavar la ropa". No lo ha podido describir mejor.

El sábado pasado nos invitó Willem, un holandés de casi dos metros con un inglés horrendo para los no alemanes u holandeses. Parece ser que una mudanza debe ir acompañada de una fiesta para los compañeros, de procedimiento ya establecido: a llevar cosas, tanto comida como bebida. Yo no quería repetir la tortilla, así que me pasé unos días pensando en qué hacer, aunque sin éxito, ya que creo que es lo más sencillo y fácil de compartir en ese tipo de encuentros. Además, el anfitrión me lo repitió varias veces durante la semana, así que no me quedaba otra.

A fuego lento

Al final llegamos de lo más puntuales posibles, a las 8 en punto de la tarde. Digo que llegamos porque mis amigas españolas se unieron a la celebración. Tanto en el Glashaus como la semana pasada en el Festival de la cerveza de Maisel (se me acumulan las cosas que contar y la falta de tiempo para redactar, perdonen ustedes) yo ya había conocido a sus compañeros de trabajo, alemanes todos. Esta vez me tocaba a mí hacer lo propio con los míos. Y parece ser que les gustó el ambiente que se vive en el instituto, con esa mezcla de gente de tantos países distintos, tan diferente a su entorno laboral. Vino español llevaron ellas.

Mesa central con víveres

Hasta mi jefe se apuntó al evento, no sé si al rumor de la tortilla o simplemente al ruido de la cerveza. MJ y R estuvieron hablando con él un poco en la lengua de Goethe. Es curioso, hoy, mientras me tomaba una cerveza tras el almuerzo en una terraza en el campus junto a MJ, me confirmaba algo que yo llevo pensando desde hace mucho tiempo: mi jefe es raro. Tiene un humor bastante extraño, no se sabe cuándo va en serio o en broma, y unas reacciones algo peculiares. Por lo menos ya no lo digo sólo yo...

The Spanish Armada

Otras horas agradables, disfrutando de unos pimientos rellenos de carne y arroz al estilo ruso, de verduras a la plancha, de salchichón italiano, patatas al horno a la holandesa y sake japonés. En teoría, según mi experiencia, el nivel de confianza adecuado con nuevas personas se alcanza alrededor de tres meses despúes de conocerlas. Se ve que estamos llegando a ese punto.

Nacionalidades diferentes

sábado, 3 de mayo de 2008

La cena de las frustraciones

Esta bien eso de escuchar a los demás, sobre todo porque de esa manera puedes darte cuenta de las exageraciones que puedes hacer sobre ti mismo. Anoche, por ejemplo. No tenía excesivas ganas de salir, y menos en grupo. De hecho apenas iba a tomarme una cerveza con un francés que ha estado visitándonos esta semana, para enseñarse un poco la ciudad y que por una vez no cenara en un döner. Por eso cuando me dijo M, un hindú casi recién llegado, que quería tomarse algo anoche, mi primera reacción no fue de entusiasmo. Al final nos juntamos cinco personas, así que a tomar por saco la cerveza tranquila.

Elegí el sitio, Ponte, un restaurante con una carta sencilla, basada fundamentalmente en pastas y pizzas, con una interesante terraza en plena Maximilianstraße. No caí que aún hace fresco para una cena nocturna al exterior, así que nos metimos dentro. El objetivo, disfrutar de la Spargelwoche, semana de los espárragos, que enriquecía las posibilidades de elección.

Este hindú es más abierto y más normal que el otro que tenemos en el instituto, que tiene un carácter un poco extraño y hace bromas raras. Por las razones que sea, no ha sido una semana muy fructífera tampoco para él. De hecho, mientras íbamos camino del restaurante me contó que se sentía bastante frustrado. "Manda webs", le vine a responder. "Si acabas de llegar, no puedes decir eso aún." Que un tío doctor por Cambridge y con estancias posdoctorales en Estados Unidos, incluyendo una en Yale, y con un artículo en Science recién publicado te venga con esas historias, es, cuando menos, algo chocante. Curioso, eso de ver a alguien con una actitud muy parecida a la tuya, aunque sea mínimamente, porque ni mucho menos hay comparación posible. Esto lleva a pensar que a fin de cuentas, hayas conseguido lo que hayas conseguido, lo que importa es cómo eres, y cómo seguirás siendo por mucho que las circunstancias que te rodeen sean unas u otras. El nivel de autoexigencia y de la consiguiente insatisfacción de cada uno es el que es, y poco se puede hacer contra él. Un gran defecto...

Luego durante la cena, hablando sobre los países y formas de ser, el alemán nacido en Brasil y que hablaba cinco idiomas, incluyendo el japonés, nos contaba que una de las características que más le llama de atención de los alemanes es la forma de quejarse continuamente por todo, ya sea el tiempo, el trabajo, el dinero que ganan, las ciudades, no sé, cualquier cosa. Yo ahí dije que mi caso es similar, pero que sólo hay que pararse y pensar un momento, ya sea en otros países o en otras personas, y darse cuenta que realmente nuestras quejas no tienen apenas justificación. Todo depende de la comparación, pero para eso es necesario conocer otros sitios, apuntó el colega germanobrasieño. Algo así recuerdo haber hablado con otro amigo alemán, hace ya tiempo. Y se me quedó en la memoria una frase suya, al respecto de las quejas: "they are not nonsenses"

Al final acabamos en el famoso Oskar para tomar unas caipis y terminar de emborrachar al japo. Como intuía, el amigo de las cinco lenguas me confirmó que las caipirinhas del Oskar no tienen nada que envidiar a las brasileñas, al contrario que en otros sitios de Alemania. Lo interesantes que son las conversaciones en inglés con extranjeros cuya lengua materna no es el inglés. ¡Qué diferencia!

Por cierto, esta noche toca cena en casa de un compañero de instituto, así que nos volveremos a juntar mil. Y, ante las continuas insistencias por parte del respetable, me toca volver a hacer una tortilla de patatas. A ello voy...