martes, 22 de enero de 2008

Rosenkeller

Tras el genial sábado de la semana pasada llegó un apoteósico jueves, del que no hay crónicas. Por esta razón, superar aquello este sábado pasado se antojaba como una misión harto difícil. Todo tiene un límite y hay cotas insuperables, pero ahí estuvimos jugando el partido. Y sí, pasamos una agradable noche.

La idea era ir el domingo a Erfurt, capital de Turingia, y de paso tomarnos unas cervezas la noche antes. Así fue, los componentes de la sección española jenaensis iniciamos la andadura en el Café Central, en pleno Marktplatz. Nos hemos hecho amigos de la camarera, que ya nos conoce y todo. Yo empecé con una Schwarzbier pero esta vez no hubo pincho de aceitunas, pan y queso. Nunca me habían gustado las cervezas negras hasta que llegué a Alemania, tómenlo como un dato curioso. Allí discutimos sobre el Ikea, sobre lo de siempre, y sobre los fregaderos de emergencia mientras te instalan el definitivo. Esta manía alemana de mudarse y llevarse hasta la cocina no me termina de convencer a mí del todo...

Salimos, con algo de lluvia, y nos encontramos con un par de amigas alemanas. Al final me convencieron y acabamos en el famoso Rosenkeller. Hay varias paradas que uno tiene que hacer si realmente quiere conocer Jena: la Jentower, el Planetario, el Museo de Óptica y el Rosenkeller, una especie de pub subterráneo con galerías y varias salas y con posibilidad tanto de bailar como de sentarse a tomar algo. A veces organizan actuaciones. Como dice en la Wikipedia, Ältester Studentenclub ist seit 1966 der Rosenkeller in der Johannisstraße. Hier finden unter anderem jede Woche mehrere Konzerte unterschiedlichsten Genres statt, es decir, que es el club de estudiantes más antiguo de la ciudad, desde 1966, en el que se pueden disfutar de conciertos varios. De todas formas creo que es un lugar con más historia, medieval incluso. Aquí se reúnen al parecer los estudiantes desde hace siglos. Y algo me han contado sobre la importancia del Rosenkeller en la actual bandera alemana.


Por suerte el ambiente no estaba muy cargado de humo, aparte de que no había demasiada gente. Tiempo hacía que yo no iba a sitios de este estilo. Por un lado porque nunca me han llamado excesivamente la atención y por el otro porque ya se hizo común en mi grupo de amigos de Sevilla salir a cenar en plan tapitas por aquí, cervecita por acá y si luego se quiere algo más, copita en la calle Betis o en la Alameda (yo siempre intentaba que fuera en esta última). La buena vida sevillana. De hecho desde California y la visita a Santa Bárbara de la sección catalana de Irvine creo que no entraba en un sitio similar. Y bueno, eso de ponerme un sello en la mano, ich glaube, dass es das erstes Mal in meinem ganzen Leben gewesen ist. En fin, un día es un día. Y tras las cervezas con la correspondiente práctica del alemán, bajamos a las catacumbas. Música soviética, sí señor. Un contento y feliz amigo acolostisch me comentó que ya por fin había descubierto el este. Curioso, eso de moverse entre oda y oda al kalashnikov. Por unas horas parecía que el muro aún seguía en pie. Tuvo aquello su gracia, la verdad.

Y así discurrió la noche del sábado. Ya creo que me puedo sentir realizado en Jena, aunque creo que me falta visitar otros de los lugares emblemáticos de la ciudad, con nombre de ciudad del norte de África. Y lo de Erfurt, dada la hora y el cansancio, parecía que la visita estaba condenada a la suspensión. Parecía, si, he escogido correctamente el verbo, pero eso ya será otro artículo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Vaya garito el "Rosenkeller"! He visto las fotos. En Cádiz tenemos un restaurante con un salón comedor pequeño de ese tipo. Cuando vengas, tenemos que ir a comer allí.

Caja!

Anónimo dijo...

Me alegra que te haya gustado el Rosen! Me parece que es el mejor del los clubs de Jena. Aparte de ser practicamente el único ;)... Además estoy impresionada de tu aleman escrito - bueno, eigentlich keine Überraschung bei deinem mündlichen Deutsch, por ejemplo como traductor simultaneo! :) un beso, Cata

Anónimo dijo...

Como curiosidad, decir que a mí también me pasó lo de las cervezas negras en Alemania:

Mi cerveza favorita es la cerveza negra. Habrá muchos tipos de cerveza negra, y uno de esos tipos será la Guiness, que no se parece en NADA a la cerveza negra alemana y del este de Europa. La cerveza negra tiene un sabor fuerte pero dulce. No es un merengue, pero sí dulce, afrutada. Es casi siempre negra como la pez; si es simplemente oscura, no entra dentro de la Schwarzbier; de hecho, algunas veces la gente se sorprende de pedir en una cervecería una marca que no aparece dentro del apartado de “cerveza negra” en la carta y que luego resulta ser oscurísima.

http://feelberlin.wordpress.com/2007/08/03/donde-fueres-haz-lo-que-bieres/

Anónimo dijo...

Vaya, no me acuerdo de cómo poner los enlaces para que salgan compactos con html, lo siento.

Clausius dijo...

Jeje, no te preocupes. Para los lectoresm visiten este imprescindible artículo sobre los distintos tipos de cerveza en Feel Berlín

M, poner enlaces es algo tan sencillo como escribir Aa href="direccion"ZtextoA/aZ donde A = < y Z = > (si pongo los corchetes me sale en enlace)