viernes, 16 de octubre de 2009

¿Y por qué no te quedas?

Hace apenas una semana una amiga italiana no se lo podía creer, mientras disfrutábamos de una paella de mariscos en mi casa.

"¿Que te vuelves para España? ¿Por qué no tratas de encontrar algo más estable aquí (i.e. Bundesrepublik)? Tú estás agusto aquí, estás integrado, estás informado de lo que pasa en Alemania. No lo comprendo"


Yo tampoco lo comprendía, para ser sincero. ¿Razones para volver? Primero que uno no es uno solo, sino todo lo que lo rodea. Aunque eso no debería ser motivo para no poder dar un golpe encima de la mesa y, quizás injustamente, mandar a todo el mundo a freír espárragos. Tampoco es eso. Aunque si se toma tal decisión, se deben tener las ideas bastante claras, que no es el caso.

"Es que siento que me voy a meter en la boca del lobo y que todo va a ser un agobio, que me voy a encontrar con situaciones donde la ineficiencia y la falta de motivación van a brillar por su ausencia y, o aprendo a calmarme, o el nivel de frustración puede ser antológico -tal y como me comentó una antigua compañera de trabajo de Sevilla-. Y por no hablar del agobio de la ciudad. Tío, que aquí tengo el trabajo a 15 minutos andando. Que no hay atascos. Que en otros 10 minutos andando estoy en el centro de la ciudad donde lo tengo todo. Que no me molesta nadie pero no me siento solo para nada"


Para que me entiendan ligeramente, el proyecto o idea, que siendo sinceros es muy difícil aunque eso no implique se se renuncie a él, es iniciar desde el principio una nueva andadura científíca. Y cuando digo desde el principio es así, porque no tenemos ningún medio material, sino medios humanos, y no especialmente abundantes. Y todos, incluyendo quien esto escribe, deberían recibir abundante formación. De sueños e ilusiones también se vive...

"¿Razones para volver? Pues agarrar mi coche e irme este fin de semana a Cádiz, así de simple. Aunque quizás haya que cambiar el chip. Cambien Cádiz por Dresden. Agarrar mi coche y largarme a pasar el fin de semana a Sajonia. O a los Alpes bávaros. O directamente a Hamburgo a comprar pescado mañana por la mañana"


Al final uno de mis compis va a tener razón cuando me dijo hace dos semanas que lo que tenía que hacer es vender mi coche español y mi garaje. "Tú te tienes que quedar donde estés más agusto" me acaba de decir mientras comíamos pasta tranquilamente y sin agobios ni aglomeraciones ni masificaciones en el comedor de la Universidad. El problema es que la norma general de todos los que tenemos edades y situaciones parecidas es no parar de repetir la famosa frase "no sé lo que quiero hacer con mi vida"

5 comentarios:

Unknown dijo...

Alberto, es cierto, uno no es uno sólo, y es cierto, uno tiene que hacer lo imposible por ser feliz. Nada más llegar me enfrenté a la primera complicación, ya no tienes derecho ni a ser administrador de tu propio ordenador y por un momento casi se me saltan las lágrimas ante tal impotencia, era algo como chocarte contra un muro y pensar que te faltan un montón de chocazos, y que el muro no se va a enterar. Pero fíjate, al final sólo hizo falta ponerse serio. A los dos días me encontré con MariDol por el pasillo y te lo digo en serio, no desperdicies la oportunidad de volverte y disfrutar la vida científica rodeado de gente que te quiere y que te respeta. En conclusión, vente.

Radar dijo...

No he leido tu blog lo suficiente como para conocer todas tus circunstancias, pero puedo decirte mis razones: para pasar estrés en el trabajo, prefiero hacerlo en mi idioma, para poder defenderme mejor. Y para pasar una semana de mal humor, prefiero hacerlo con sol el 90% del tiempo.

Por otro lado el salto que he dado de la universidad a la empresa privada no creo que la hubiese logrado en Espanya, así que algo bueno por aquí sí que hay. A ver si la expriencia me la llevo conmigo.

PEro en fin, valor y al toro!

Salvador dijo...

Bueno, no acabo yo de entender muy bien tu entrada, porque como tú ya no eres una persona que usa el blog para comunicarse, sino que eres un escritor, pues tus entradas se entienden mucho menos (todo sea por la lírica).
Me parece que lo único que saco en claro es que tienes la oportunidad de venirte a comenzar algo aquí, que puede ser un pequeño negocio, un nuevo departamento de algún tipo en la universidad... Bueno, te voy a decir tres cosas:
1.. Que ciertamente hay que estar donde se esté más a gusto.
2.. Que los gustos cambian, y si tú prevés que te vas a cansar de nieve en fechas en las que aquí nos quitamos hasta la camiseta, pues tal vez estés ante una oportunidad.
3. Sobre todo, que aquí hay gente que se alegrará de tu vuelta, aunque te demos la lata :-).
P.D.: No soy ningún tío ni familiar de Alberto, aunque pueda parecerlo…

Clausius dijo...

Radar, la cuestión no es, para nada, defenderse en español, inglés o incluso alemán. Eso no es problema para mí. La cuestión es defenderse o no tener que hacerlo. Aunque también es cierto que en España, cuando salga, y en Alemania, la categoría profesional no sería la misma. Superior en nuestro país. Lo que implica mayores responsabilidades. Y aquí también sale el sol.

Salvadorcillo y su humor. Los gustos y las circunstancias cambian. Todo cambia, vaya, tienes toda la razón. Pero yo ahora mismo, salvo el día en el que vuelvo de Cádiz para Sevilla y tomar el avión a la mañana siguiente, no siento que tenga que cambiar. Aún.

Marta Salazar dijo...

difícil decisión...