viernes, 16 de enero de 2009

El número de circunstancias agravantes

Esta mañana, mientras terminaba de preparar un par de muestras para la tarde y hablaba con un compañero que también estaba montando sus cosas, se me vino a la cabeza en el laboratorio una de las leyes de Murphy. En concreto la que viene a decir algo así como que "la cantidad de circunstancias agravantes permanece constante en el Universo", es decir, que si a ti las cosas te van muy bien es que hay otra persona en el mundo que las está pasando canutas.

El colega alemán, estudiante aún, más joven que yo pero casado y con una niña, me decía que casi podía contar sus experimentos con las prensas de alta presión por éxitos, 6 de 7. Ese fue el momento clave, porque yo le dije que en mi caso, curiosamente, el marcador era de 7 a 0, pero en contra. Esto es, que mis intentos se contaban por fracasos. Y también eran siete.

Para que se hagan una idea de lo que estamos hablando (click para ampliar)

De todas formas aún no había llegado la tarde. De nuevo, vuelta a las andadas. Tras toda una semana de intensísimos trabajo, cansancio y agobios, llegando a casa a las 9 de la noche e incluso más tarde, estando solo en el laboratorio y con las yemas de los dedos llenas de pequeños cortes porque la preparación de mis muestras es bastante compleja y yo, aparte, soy un pelín torpe, el marcador actual refleja un 9-0. Los dos experimentos que tenía preparados para hoy también ha sido infructuosos. Cuando no es una cosa, es otra. Es la metáfora del pozo y las vueltas circulares pero aplicada al trabajo, porque no es la primera vez. Trabajo, esfuerzo y dedicación plena que terminan como si no hubiera hecho nada. Lo único cierto es que el tiempo sigue pasando. El único posible consuelo es que de nuevo es fin de semana...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciencia dicen...

Descanse y recupere energías...

Carmen Maria dijo...

Dice mi señora madre que cuando las cosas salgan muy mal y no veas avanzar el trabajo, lo aparques unos minutos, te tomes un café (o lo que sea, la cuestión es desconectar por completo) y luego, más relajado, vuelvas a intentarlo. A veces funciona.
Venga, ánimo!

Anónimo dijo...

ESO es investigar. Y de lo que te diga tu compañero...la mitad de la mitad.
G.

Anónimo dijo...

Mi pareja está en circunstancias similares desde hace más de un año. Sólo que él, por desgracia, no tiene tu filosofía de trabajar hasta las 9 de la noche y agradecer los fines de semana, sino que está trabajando una media de 20 horas al día (y tiro por lo bajo), sin que existan fines de semana ni festivos para él. El día que menos trabaja son 15 horas y se tira hasta 36 horas seguidas en el laboratorio cada dos por tres, durmiendo luego en casa cuatro horas y volviendo a largarse (a las cuatro-cinco de la mañana, por norma general). Y así más de un año, por supuesto, sin estudiante y sin apoyo de ningún tipo.

Como te ha dicho el anónimo de antes... eso es investigar. Mucho ánimo, me imagino por lo que estás pasando; yo no lo veo exactamente desde dentro, pero estoy de todas formas hasta el gorro.

Marta Salazar dijo...

increíble esto de la Ley de Murphy!

Anónimo dijo...
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