miércoles, 2 de julio de 2008

Saladbar y recuerdos extraños desdibujados

Todo es cíclico, todo se parece repetir, con la puntualización de que cada vez somos más mayores. El verano ha llegado. "No puede ser, que ya estamos a 1 de Julio" me decía ayer. En otras épocas no muy lejanas esto era sinónimo de plenas vacaciones. Sí, por estas fechas ya uno podía irse a la playa. El tiempo vuela. Hace casi un año que empezó la aventura alemana, tan cerca y tan lejos a la vez. Fue ayer sí, pero también parece haber sido hace una eternidad.

Lo que me gusta de la Mensa de la Universidad aquí en Bayreuth es el Saladbar. Autoservicio, te echas lo que quieras y luego te lo cobran al peso. Y me ha venido hoy, hace apenas unos minutos, el recuerdo de California. En aquella Universidad la comida no era gran cosa, y algo en lo que coincidíamos Isabel y yo era en la mejor elección: el bar de ensaladas. El problema es que estaba en el edificio central y teníamos que dar un paseo de unos 15 minutos para llegar a él. Daba igual, teníamos y tenemos el concepto español de la comida, es decir, en eso hay que invertir todo el tiempo necesario, y disfrutar.

Algo así era lo que podías prepararte. Allí conocimos a Shana

Nos han puesto una cafetería de más categoría en la Mensa. No es que el café de la cafetería normal no sea aceptable, sino que este es mejor. Más caro, sí, pero una delicia. "Tenemos que venir más veces para que no lo terminen cerrando" le comentaba ayer a Davide. De nuevo nostalgia, o recuerdos. Después de tomarnos las ensaladas tocaba café. Un cappuccino tamaño americano, de calidad adecuada y con una espuma por arriba deliciosa, y más aún cuando yo le añadía cacao en polvo. Luego nos lo tomábamos bajo el sol, junto al lago, muy cerca de la orilla del Océano Pacífico...

Y aquí era donde nos tomábamos el café. Siempre que nos tocaba ensalada, claro.

En cierta medida también es así aquí ahora. Un café bueno, pequeño, y el sol. El campus, la plaza central de la universidad donde los estudiantes se sientan bajo el astro rey. Con un café, con un helado o simplemente a pasar un rato con los amigos y compañeros. Y si no, pues el puesto de cerveza correspondiente, como el que acaban de poner hoy y que antes estaba junto al Audimax, edificio grande de actos donde han venido disfrutando del fútbol en las pasadas semanas.

La vista desde el despacho de mi jefe te permitía tener la inspiración adecuada para meditar sobre los hamiltonianos y otras cosas variadas... Así cualquiera

Pero todo eso es distinto a mi Universidad en Sevilla. Cuando estás fuera tienes otros ritmos de vida, aquí en Alemania la gente vive con otros tiempos. No sé, será percepción personal y completamente subjetiva. No hay agobios, todo discurre tranquilamente. Pero a fin de cuentas todo es lo mismo, ¿o no? Ich weiß es nicht...

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