Vistas del Norte de Jena desde una ventana de mi casa en un día nuboso de Agosto Desde que llegué, incluso desde un poco antes, no se puede decir que las circunstancias que rodean mi trabajo científico hayan sido favorables, más bien todo lo contrario. La primera en la frente fue la decisión de Clickair de eliminar el vuelo directo Sevilla - Frankfurt, que simplificaba tremendamente los viajes a casa. Venir tanto a Jena como a Bayreuth es algo complicado. Con Air Berlín se puede llegar tanto a Leipzig como a Nuremberg, pero generalmente los precios son muy elevados y los horarios no demasiado adecuados. Así, la opción de volar a directamente a Frankfurt por un precio aceptable y luego ir en tren hasta el lugar de destino, se antojaba como la mejor solución posible. En apenas 7 horas se podía hacer y sin gastarse excesivo dinero. Ya me veía yo volviendo a casa cada 2 meses aproximadamente pero... el vuelo se acabó. Ahora, o se hacen encajes de bolillos con Ryanair o bien se vuela a o desde Frankfurt haciendo escala en Madrid o Barcelona, por lo que la
gracia vuelve a ser difícil, larga y cara.
La segunda circunstancia desafortunada fue el tema del coche. La idea inicial de venir desde España a finales de Agosto con un amigo que también va a pasar una temporada en tierras germánicas, de tal manera que compartíeramos los kilómetros de carretera, también se esfumó. Por circunstancias ajenas a él no pudo finalmente acompañarme, por lo que yo decidí no volver y esperar acontecimientos. Para el invierno, con fío, lluvia, nieve y hielo, un coche en estas latitudes es algo bastante útil. Por ahora tendrá que esperar. Por otra parte, la ciudad tampoco ayuda y es que se puede afirmar sin temor a ser injustos que Jena no es una localidad apasionante, y lo que más me complica la vida son las cuestas existentes entre montañas, y la situación de mi casa actual. Pero en cierta medida eso es secundario.
Y el golpe de gracia llegó la semana pasada, como ya
escribí. Eso de que te roben mensualmente casi la mitad de lo que ganas no es para nada algo agradable. E incluso creo que es bastante más, porque he estado investigando el dinero real en bruto de mi contrato y si se suman todas las cantidades en bruto que me llegan a mí, la cantidad total queda aún bastante distante. Creo que del presupuesto inicial también salen los pagos que la Universidad tiene que hacer a la Seguridad Social en concepto de empresa, y aún así, aún falta dinero, con lo que realmente la retención se eleva bastante por encima de la mitad. De tener un contrato y unas condiciones muy buenas he pasado, sin previo aviso, a tener un contrato normal. Como también escribí, considerando el gasto en vivienda que debo hacer aquí y la diferencia de precios, mi situación no es que haya mejorado especialmente compada con España. Es como si todo el trabajo tan duro realizado durante este año, esa escritura de Tesis casi contrarreloj, esas 15 horas al día dedicadas en cuerpo y alma a la escritura y estudio y esas peleas con la burocracia española hayan servido para más bien poco.
No se puede decir que, de haber sabido todo esto, no hubiera venido. Más allá de la facilidad de vuelta a casa en tiempos razonables, de las comodidades que pueda disfrutar aquí y de unas condiciones económicas bastante distintas de las que aparentaban, lo que realmente me importa soy yo, y estos años en Alemania estaban previstos desde el punto de vista profesional, que con casi toda seguridad serán muy provechosos y aprenderé muchas cosas. Pero si la estancia lejos de casa, que supone un esfuerzo en cierta medida, se ve acompañada por mayores comodidades, es evidente que siempre es mejor. Pero
c'est la vie... A veces pienso que para conseguir un objetivo tengo que trabajar, luchar y sufrir bastante más que la media. Quizás sea un pensamiento tremendamente egoísta, pero ahí queda.
Aunque no todo es negativo. Sí, reconozco que puedo parecer tremendamente pesimista y que tiendo a remarcar las cosas que no van del todo bien, defectos de servidor. Aquí, al llegar cada día a casa, me puedo sentir realmente como si estuviera en ella. Me explico. Es una buena casa, bien conservada y equipada y claro, sólo necesito recordar mi vivienda en California para establecer la comparación. Y, algo importante, he conocido a gente agradable, lo que siempre es de agradecer, aunque hay ciertas reacciones y actitudes de compañeros de trabajo algo extrañas. Quizás las comente algún día, no se me vayan a olvidar.
Resumiendo, aunque en situación aceptable y contento en general, las cosas no han ido hasta el momento como se esperaba. Pero de todas formas seguiremos en el negocio...
2 comentarios:
Mucho ánimo pues estoy seguro que todo tu esfuerzo se verá recompensado en el futuro. Algún día nos contarás en tu blog lo contento que te sientes y que ha valido la pena el duro trabajo.
"A veces pienso que para conseguir un objetivo tengo que trabajar, luchar y sufrir bastante más que la media. Quizás sea un pensamiento tremendamente egoísta, pero ahí queda".
de ninguna manera es egoísmo! es más bien heroísmo!
si quieres, nos cuentas de estas actitudes extranas, tal vez te podamos dar alguna clave para entenderlas... los.
Un abrazo y pass auf dich auf!
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