lunes, 17 de septiembre de 2007

Berlín

Allí estaba yo, en la capital de Alemania. Tras mucho planear fue la ciudad escogida para pasar el Sábado. Alberto y Pablo vendrían desde Dresden, en combinación de trenes regionales con el Schönes Wochenende Ticket para no tener que aflojar más de 100 € cada uno. Lo de los trenes en Alemania es una pasada, y me refiero a lo económico. Yo ya me agencié la Bahncard 50, aprovechando las últimas semanas con 26 años (cuesta la mitad), que me permite pagar la mitad del precio normal del billete por el módico importe de 106 € al año. De esta manera el precio del tren es normal, 50 € ida y vuelta a Berlín desde Jena en un tren de supuesta alta velocidad. Digo supuesta porque hasta Leipzig apenas pasaba de los 120 km/h, aunque después rondaba los 200.

La llegada se produce a la Estación Principal de Berlin, der Hauptbahnhof. Creo que la inauguraron hace un año, con la excusa del Mundial de fútbol. Es una pasada, bien situada muy cerca del dentro y bastante organizada. Me gustó. No sabía exactamente dónde iba a estar situada, pero al salir y ver las banderas del Reichstag, me orienté perfectamente. Y ahí fue donde empezó nuestra travesía por la capital alemana. Para aquellos que pasen un día en Berlín, este artículo puede serles de gran utilidad. Berlín es una ciudad tranquila, para nada noté la presión que sientes en otras ciudades, quizás por los espacios grandes, porque puede que no hubiera mucha gente y por el fresco y el vientecillo que teníamos. Y me pareció también una ciudad muy segura. Creo que sería una buena ciudad para vivir. El recorrido que seguimos es el siguiente, desde la Estación Principal de trenes hasta la Alexanderplatz, marcando las zonas de interés:


1- Hauptbanhof; 2 - Reichstag, 3 - Momumento al soldado soviético; 4 - Puerta de Brandeburgo; 5 - Checkpoint Charlie; 6 - Gendarmenmarkt (Catedrales alemana y francesa); 7 - Bebelplatz; 8 - Berliner Dom; 9 - Rotes Rathaus y 10 - Alexanderplatz y Fernsehenturm.

Lo primero que se ve es el parlamento, destrozado en la segunda guerra mundial y reconstruido recientemente. Dicen que se puede subir gratuitamente y ver la ciudad desde arriba, pero había algo de cola y decidimos que no nos merecía la pena. Junto al Reichstag hay un extraño monumento, que parecen ser una especie de lápidas sucesivas. Creo que tienen que ver con el incendio del año 1933 que catapultó a Hitler al poder.


Hauptbahnhof

Reichstag

Muy amplia esa zona de Berlín, con el Tiergarten de fondo. Era la zona de nadie durante la guerra fría. Y del Parlamento, nos desviamos un poco hacia el oeste en dirección al monumento al soldado soviético, en el que también se ven dos tanques, supuestamente los primeros con los que el ejército soviético entró en la ciudad en 1945. Hasta el colapso de la DDR ese monumento estaba vigilado por soldados soviéticos.

Monumento al soldado soviético

Tanque soviético

El siguiente es uno de los símbolos de Berlín por excelencia, la Puerta de Brandeburgo, gobernada por una cuadriga y dando entrada al paseo Unter den Linden con sus Tilos a uno y otro lado. Allí paramos a tomarnos un döner en uno de los puestos de la vía central, que había algo de hambre a esas horas. Aparte de la embajada rusa, hay bastantes tiendas para turistas en esa avenida. Un poco más hacia delante se gira a la derecha por la Fiedrichstrasse en dirección al Checkpoint Charlie. Hacia el otro lado se puede ver la famosa estación de tren, en alto, que separaba los dos antiguos Berlines. El apodo lo dice todo, y es que es conocida como el palacio de las lágrimas, por las despedidas que se daban lugar allí.

Puerta de Brandeburgo

En la Fiedrichstrasse se encuentran también muchas tiendas, incluyendo la francesa Galeries Lafayette. Por allí paramos a tomarnos un café en un Einstein Café.

Con Pablo. Nótese la ropa de los dos españoles del sur frente a la camiseta de mangas cortas del lugareño alemán

Zwei Kaffees mit Albertos

Uno de los puntos más turísticos de Berlín es el Checkpoint Charlie, único punto donde se podía pasar del sector americano al soviético. Allí se pueden ver los famosos carteles y banderas americanas. Lo curioso es que justo al entrar en el sector americano uno se encuentra con un Subway y un Starbuck, cosas de la vida...


Checkpoint Charlie

Desde el Checkpoint Charlie volvimos a subir por la Fiedrichstrasse en dirección a la Gendarmenmarkt, una plaza muy amplia donde se puede ver la Deutscher Dom, la Französiche Dom (que son prácticamente idénticas) y el teatro.

Deutscher Dom vista desde la Französicher Dom, en la Gendarmenplarz

La siguiente parada es la Bebelplatz, con las Bibliotecas, la Humboldt Universität y la Catedral de San Hedwig. En el centro de la plaza se puede ver un sótano con estanterías vacías blancas, ya que fue en esta plaza donde los nazis empezaron a quemar libros.

Bebelplatz

Parada para tomar un chocolate (pretzel en mi caso), observar la Berliner Dom, junto al río y ver la Schlossplatz, donde se encontraba el Palacio Real que fue destruido por los soviéticos hacia 1950 para convertir el espacio en las zonas de desfiles militares de la DDR. Ahora es un parque. Por allí también debería estar en antiguo Parlamento, aunque sólo vimos un edificio en ruinas y en obras, pudiera ser... Y la visita finaliza con el Rotes Rathaus, acutal ayuntamiento de la capital con sus ladrillos rojos, la torre de la televisión (llamada la venganza del papa, por la forma de cruz de su sombra) y la Alexanderplatz con su reloj universal. Cervecita bávara y vuelta para la estación de tren.

Disfrutando de las especialidades alemanas

Berliner Dom

Rotes Rathaus

Fernsehenturm

Reloj universal de la Alexanderplatz

Valoración bastante positiva de una ciudad tremendamente marcada por la historia, cuyos detalles se aprecian casi en cada rincón. Una ciudad que llama la atención, no como París o Londres, tal y como decía mi libro turísico, aunque no por eso deja de perder interés. También he leído que está llamada a ser la capital política de Europa, afirmación que comparto. Me gustó Berlín, sin duda, aunque me queda muchísimas cosas que ver aún...

5 comentarios:

Nacho dijo...

Buah! Qué gran ciudad... A ver si vuelvo este invierno... :)

Marta Salazar dijo...

extraordinario tu artículo, tu ameno e instructivo relato, las espléndidas fotos.

Muchas gracias!!!

Anónimo dijo...

Estupendo resumen de un día de paseo por Berlín, muy diferente a lo que estoy acostumbrada a leer de la capital con mejor calidad de vida de Europa, y estupendas las fotos, también; me traen muchísimos recuerdos.
Un saludo.

Unknown dijo...

Muy bueno el post. Lo del Subway y el Starbucks me ha encantado, exportando el american way alla donde van;)
Saludos desde Michigan!

Anónimo dijo...

Un muy buen repaso a la ciudad de Berlín, acompañado de fotos de calidad.

Me encantó el artículo!

Ahora, eso sí, si uno dispone de un poquitín más de tiempo en Berlín, yo recomendaría entrar en el edificio del Parlamento alemán: la bóveda de Norman Foster es una pasada desde dentro, y eso de ver a los parlamentarios en sus escaños desde arriba también mola.

Otro detalle curioso de Berlín es el Ampelmann de los semáforos http://es.wikipedia.org/wiki/Ampelm%C3%A4nnchen

Saludos

El guiri de isaacj.com