martes, 14 de noviembre de 2006

Hearst Castle y los elefantes marinos

El Hearst Castle es un castillo-palacio construido por un magnate americano situado cerca de San Simeón, junto a la costa. En la actualidad pertenece al Estado de California. Desde Santa Bárbara se tardan en coche unas dos horas, hacia el norte por las autopistas 101 y 1, pasando por San Luis Obispo y por el Morro Bay. Fuimos con unos postdoc de Cádiz que conocimos en la Universidad, muy simpáticos. Un día en el que estaba comiendo solo en la terraza del chino escuché a alguien hablando en español, pero de España, y más concretamente del sur. Así fue como nos conocimos. Ese viernes hicimos una barbacoa en su casa, que no tiene ni punto de comparación con la mía ni con la de Isabel. En su casa se puede vivir más o menos bien. Estuvimos con un chico de Canarias y una pareja de chilenos. Yo hice un par de tortillas de patatas, para variar.

El sábado tocó hacer tareas domésticas y descansar. El domingo fuimos de viaje, al ya mencionado Hearst Castle. El palacio intenta imitar estilos arquitectónicos europeos. A los americanos les suele gustar mucho, ya que no es normal encontrar ese tipo de construcciones por aquí. De hecho es uno de los monumentos más visitados de California. Pero desde el punto de vista de un europeo no parece tan atractivo, es una copia. Está bien para visitarlo y echar una tarde, pero poco más. Organizan varios tours de visita y la entrada cuesta 20 dólares. Nosotros elegimos el primero, especial para quienes visitan el castillo por primera vez, ya que da una visión global. Desde la carretera 1 se toma un autobús hasta lo alto de la montaña, donde está situado el castillo. Llama la atención la piscina de Neptuno, de estilo romano. Las salas interiores recuerdan a las de los castillos y palacios medievales europeos.

Catedral de estilo español

Piscina de Neptuno

Detalle del escudo con los símbolos de Castilla y León

Vistas del Océano Pacífico desde el Hearst Castle

Baños romanos

Apenas 4 millas hacia el norte desde el Hearst Castle, siguiendo la carretera 1, se encuentra otra de las mayores atracciones de la zona: los elephant seals. Uno puede ver a este tipo de animales tumbados en la arena de la playa, nadando o peleando entre ellos. Conforme más nos adentremos en el otoño e invierno, más focas aparecerán. Pero parece que aún no habían llegado las grandes, aunque aún así, los bichos tenían un tamaño considerable. Su vida básicamente se reduce a estar tumbado, echarse arena para protegerse del sol, tomarse un baño de vez en cuando e incordiar a las demás focas. Un espectáculo natural digno de ver.


Elefantes marinos

En el camino de vuelta visitamos el Morro Bay, una roca en el mar que ataño servía de guía a los exploradores españoles. Aquella zona es surfera, había un montón de tiendas.

Morro Bay

Finalmente paramos en unos outlets, la versión local de los factories en España. Es increíble este país, puedes encontrar cosas baratísimas de primeras marcas. Me compré algo de ropa. Y así terminó el domingo. Este fin de semana fue medianamente tranquilo, afortunadamente...

2 comentarios:

Landahlauts dijo...

El castillo parece muy grande, ostentoso, lujoso, excesivo... pero creo que de bonito, bonito... tiene más bien poco.

Anónimo dijo...

Justo todo lo contrario que aqui!! alli parece que hace un calorcito de ese agrdable u aqui estamos con un fresquito de ese mas bien desagradable ;)

Me alegra ver que sigues mi blog de vez en cuando como hago yo con el tuyo, un abrazo y sigue actualizando asi!