viernes, 27 de octubre de 2006

Los Ángeles (II): Hollywood y Pasadena


La semana pasó rápido, y llego el fin de semana. Estamos hablando del 14 y 15 de Octubre. El sábado tocaba lavar la ropa, así que me quedé en casita, descansando un poco. Por la tarde Isabel y yo bajamos al centro de Santa Bárbara, a intentar comprar en una farmacia. Luego nos dimos un paseo por la calle State, pero hacia arriba, alejándonos de la playa. Era por lo visto el inicio de la temporada den el teatro, y había una recepción. Nos invitaron a una copa de sucedáneo de cava, que para ser regalado estaba aceptable.

Intentamos buscar algún sitio donde cenar. Por allí cerca había un restaurante de cocina creativa y un argentino, Café de Buenos Aires, que tenían muy buena pinta, y no eran excesivamente caros. Pero era Sábado por la noche y al lado del teatro, no había sitio y deberíamos esperar mucho. Así que volvimos a bajar por la calle State y terminamos comiendo en un italiano-mediterráneo. Hay que ver cómo se arreglan los americanos para ir a cenar, la mayoría de los chicos jóvenes y muy jóvenes con traje, y las chicas con vestidos elegantísimos. Me llamó la atención una cosa, y es que unos americanos sentados junto a nosotros apenas probaron la comida. A los tres minutos de servírsela se fueron, y creo que los del restaurante se la empaquetaron y se las llevaron a su casa. Parece que eso es normal aquí. Yo por lo pronto me tomé un calamar a la milanesa, acompañado de pasta y una ensalada. Muy abundante todo. Isabel no pasó de la ensalada con gambas...

El Domingo siguiente íbamos a ir a San Luis Obispo. Está hacia el norte, a unos 150 km. Salvo la Misión, apenas tiene cosas interesantes, por lo visto. Lo que recomiendan es el viaje en tren bordeando la costa. Sucede que la gracia salía por casi 50 dólares, así que finalmente decidimos cambiar a última hora de opinión e ir a Los Ángeles. Mismo procedimiento que la semana pasada, Amtrak de las 9.20.

Ese día nos movimos en Los Ángeles en metro. No tiene una red amplia, pero es reciente y eficaz. Por 3 dólares te puedes comprar el pase de un día.

Entrada al metro en la Union Station de Los Ángeles, línea roja

Servidor y little Isabel con nuestro billete

La primera parada fue Hollywood. Centros Comerciales, Paseo de las Estrellas, moldes de manos y pies de artistas y el famoso letrerito.


Paseo de las estrellas

I'll be back

Hollywood boulevard


Kodak Theatre

Cominos una especie de rosquilla salada, un brenztel, o algo así, y nos fuimos a Pasadena. Es una ciudad independiente, alejándose del mar. Es una zona bien, típico barrio de alto nivel americano. Casas grandes con jardín. Y todo muy lejos. Lo que eran tres manzanas en mi mapa se convirtieron en más de una hora andando a paso ligero. Queríamos ir a la Huntington Library, un jardín botánico con museos y colecciones de arte. Llegamos por los pelos, creía que estaba más cerca de la estación de metro donde nos bajamos. Ese paseo me mató. Una vez allí, apenas quedaban 15 minutos para visitar aquello, y la entrada costaba 15 dólares. No merecía la pena. Isabel intentó convencer al guardia, pero no hubo manera. Tengo que decir que esa situación no me resultaba nada agradable, ser tan pesado y casi llorar porque te dejaran entrar. En vistas del panorama, nos tomamos un café. Sin embargo el simpático guardia vino después a buscarnos y nos permitió entrar 5 minutos. Muy bonito el jardín japonés, aunque evidentemente no nos dio tiempo a ver todo.

Barrio residencial de la high society en Pasadena

Entrada al jardín japonés

Jardín japonés de Huntington Library

Volvimos a otra estación de metro, que sólo estaba a apenas media hora andando. Curiosas las casas que estaban por ahí. Después vimos algo de Pasadena downtown y finalmente regresamos a la estación de Amtrak. Nos dio algo de tiempo de ver El Pueblo, una especie de barrio mexicano. Pillamos el Amtrak de las 7, lleno de gente, sin asientos hasta la primera parada, y regresamos a casa.

Pasadena downtown

El Pueblo

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial, tienes historias para repartirle al mundo, se ve que la has pasado super bien. Me imagino, por allá hay mucho que ver, L.A. debe ser super lindo, aunque lo malo es que está lleno de autopistas, pero bueno, no hay ciudad perfecta.

En fin, sigue pasándolo regio:D

Pilikina dijo...

UUUUUUUUUUf
Debes terminar hecho polvo los fines de semana con tanto viaje, pero que bien poder conocer otras ciudades.

Landahlauts dijo...

Llego aquí aconsejado por Victor. Te leeré. Desde Andalucía, un saludo.

Anónimo dijo...

Pretzel :P

Anónimo dijo...

Hola:

Acabo de encontrar tu blog en Spaniards y me he puesto a leerlo. Me ha parecido muy interesante, sobre todo por los sitios tan diferentes en los que has estado. Actualmente estoy de Erasmus en Linköping, Suecia (http://carlosenlinkoping.blogspot.com) después de pasar 5 estupendos años estudiando en Sevilla. Buena estancia en EE.UU.
Un saludo