lunes, 30 de junio de 2008

¡Campeones!

¿Y qué les voy a contar yo hoy? Quedamos todos los españoles que pudimos en el bar donde vimos la semifinal, unas doce personas llegamos a reunirnos, allí rodeados de alemanes por todas las partes menos por una, que fue el gol de Torres.

- Para ti, con esa cara así sin barba se me ocurre una cosa muy divertida. - Hacéme lo que querás, le dije. - No me has debido decir eso, respondió ella. He ahí el resultado

Esta vez no se nos podía ir, y no se nos fue. Tres minutos de descuento, una seguridad impresionante en defensa y un campeonato de Europa para la saca. Ya tocaba. Y aún quedaba la celebración, en tierra supuestamente enemiga que no lo fue para nada. ¡Grandes los alemanes, grandísimos!

Parte de la sección femenina ataviada para la ocasión

Fuimos a celebrarlo al sitio de celebraciones tradicional de Bayreuth, donde ya estuvimos el jueves pasado: en la puerta del Rotmain Center. Y sopresa, para nada íbamos a estar solos. Los alemanes tenían más ganas de fiesta que nosotros, y además tenían que aprovechar el escenario que habían preparado.

No dejes que un mal resultado te estropee una buena celebración

Y esta vez yo era el español achuchable, algo que no podía evitar. Todos querían saltar conmigo, abrazarse conmigo, felicitarme, decirme que España se lo merecía y que había jugado muy bien, y hacerse fotos. Conmigo y con el resto de los españoles, pero como podréis imaginar por las fotos, a mí se me notaba más de dónde era. Muy deportivos, sí señor, y bastante cercanos. Pero no sólo eso. Han caído dos entrevistas para la tele local, supongo, en alemán, por supuesto, y bastantes fotos de gente aparentemente profesional, por lo que mañana me veo en las noticias y en las portadas de los periódicos. Al menos en los locales. Así que no quedaba otra, que eso de recibir afecto así de repente de gente extraña y desconocida es de lo mejorcito que le puede pasar a uno. Disfrutemos por una vez, que ya vale...

Y todos tan amigos y tan contentos... :) ¡Viva Alemania también!

domingo, 29 de junio de 2008

Y hoy es el día

viernes, 27 de junio de 2008

Y ahora, a dar la campanada en territorio enemigo

¡Qué pasada anoche, señores! Supongo que como todos ustedes, salvo que yo un poco lejos de casa. Aún así apareció la armada española, aumentada después de nuestro encuentro el pasado domingo en el partido contra Italia. Inusitada tranquilidad, algo que podría llevar a una falsa confianza. Sí, hemos pasado de cuartos por una vez, hemos ganado a los italianos y a los rusos les metimos cuatro hace dos semanas. No había tal tensión, pero esto era algo que no me terminaba de gustar. Aún así, el paso del tiempo vino a confirmar esta sensación, el juego de España sólo transmitía seguridad, y una vez rota la defensa rusa todo discurrió naturalmente...


Y el resto, otra pasada también. Será verdad que el fútbol une a la gente. Allí estaba yo, rodeado de gente desconocida y fundiéndome en abrazos con los rusos, que no dudaron a unirse a la celebración pese al resultado. Gran detalle por su parte.


Ahora nos tendremos que reunir todos el domingo para que parezcamos más. A ruidosos no nos van a ganar estos alemanes...

domingo, 22 de junio de 2008

Munich

Quedamos en que Munich me producía un pequeño desconcierto al no saber clasificarla. Y llegamos a la conclusión que precisamente esa era una de las causas de su encanto. Bien, les voy a contar qué es lo que se puede ver si se dispone de un día, mejor si es de verano ya que al tener más horas de sol más se puede aprovechar. Aún así, yo calculo que para conocer bien la ciudad y algunas zonas interesantes de alrededor hacen falta 3 ó 4 días. Pero uno no siempre dispone de tanto tiempo y presupuesto...

1-Hauptbahnhof; 2-Karlstor; 3-St Michael; 4-Frauenkirche; 5-Marienplatz; 6-Viktualien Markt; 7- Deutsches Museum; 8-National Theater / Residenz; 9-Odeonsplatz; 10-Hofgarten; 11-Englischer Garten.


Hauptbahnhof

Lo primero es salir de la estación de tren y seguir todo de frente hasta encontrarse con la Karlstor, puerta del siglo XIV que indica la entrada al centro histórico de la ciudad. De ahí, también todo recto por la Neuhauserstraße y Kaufingerstraße se llega a la Marienplatz, pero no sin antes visitar la iglesia de San Miguel, renancentista, y la archiconocida Frauenkirche, cuyas dos torres constituyen inequívocamente el símbolo de Munich.


Karlstor


Torres de la Frauenkirche desde la Markplatz

Tres son los lugares de interés en la populosa y concurrida Marienplatz. El primero, el que más llama la atención, es el Neues Rathaus, de estilo neogótico. Se puede entrar y ver el patio interior, con alguna que otra terraza e inscripciones de naturaleza histórica sobre la segunda guerra mundial y las olimpiadas de 1972. Pero sin duda lo más esperado por todos los turistas es el carillón a determinadas horas en punto. Aparte de esto, destacar la Mariensäule, columna situada en la parte central de la plaza y la Fischbrunner o fuente del pescado.


Neues Rathaus, Marienplatz


Altes Rarhaus, Marienplazt

Casi enfrente del Neues Rathaus se encuentra la iglesia de San Pedro. Dicen que desde lo alto de su torre las vistas son espectaculares. De ahí se puede ir un poco hacia el sur, hasta el ViktualienMarkt, plaza especialmente llamativa con sus puestos de venta de alimentos en plena jornada comercial.


Peterskirche

En este momento, y tras la vuelta a la Marienplatzt hay dos opciones. La primera, y la que hice yo, fue seguir por el camino que se trae desde la estación del tren, calle Tal, en dirección a la Isartor y con destino final el Deutsches Museum, que cierra temprano. Gran museo de la Ciencia de Munich, a la orilla del río Isar, donde se puede encontrar desde la recreación de una mina, hasta aviones a tamaño real, pasando por secciones dedicadas a la Física, a la Química y a otras disciplinas. Interesante, aunque quizás me esperara más ese día.


Deutsches Museum

Desde aquí se puede volver al Marienplatz y seguir hacia arriba por la segunda opción que antes comenté, por la Residenstraße hasta la Max Joseph Platz, para mí uno de los rincones más bonitos de Munich, donde está el Nationaltheater, de estilo neoclásico y que consituye el principal teatro de ópera de la ciudad. Desde la plaza también se puede ver una de las fachadas de la Residenz, la conocida como Königsbau. Estoy seguro que merece entrar en la Residencia y en su museo, algo que hasta el día de hoy no he hecho. En este palacio, con orígenes que datan del siglo XV, han vivido los duques y reyes de Baviera, aunque fue en el XVI en el que se construyó el actual edificio. Tarea pendiente por visitar...


Nationaltheater


Jardín interior de la Residenz

La siguiente parada es la plaza más desconcertante de Munich, la Odeonsplatz y su Theatinerkirche, iglesia con fachada de color ocre, algo desmejorada en estos días. Estar en esta plaza me hace olvidar que estoy en Munich, y es que por un momento se podría decir que se ha cambiado de continente. En concreto a mí me recuerda a alguna que otra catedral de Hispanoamérica. Siguiendo hacia el norte se pasa por el Hofgarten, ordenado y cuidado jardín de la corte con la sede del gobierno bávaro al final.


Theatinerkirche, Odeonsplatz


Staatskanzlei, Hofgarten

Un pasadizo subterráneo nos lleva finalmente al Englischer Garten. Ganas tenía de visitarlo, tras haber leído sobre él. Inmenso pulmón verde de una ciudad en la que no faltan espacios de este tipo. Y allí que estaba la gente disfrutando de sol, casi en pleno centro de una de las capitales europeas más importantes. Este fue el colofón de la rareza, "y es que es inglés, ¿qué te esperabas?" me decía días más tarde María José. Un poco bastante caótico, desordenado, limpio, eso sí, pero muy distante de la idea que yo tenía. Una gran pradera. Dos puntos destacados, el monóptero y la Chinesischer Turm, con el correspondiente Biergarten.


Vista de la ciudad desde el Monóptero, Englischer Garten

Y con eso se puede completar el día. Yo volví andando a la estación de trenes donde me encontré con Pablo. Las 20.30 pasadas eran ya. Tras deambular por los alrededores de la estación encontramos un sitio que nos convenció para comer. Algo de tiempo nos costó. Y, finalmente, vuelta en el último tren destino Bayreuth, con parada en Nuremberg. Salí de mi casa a las 6.30 de la mañana tras haber dormido apenas dos horas y llegué casi a las 2 de la mañana. Lo que viene a ser un día aprovechado. Habrá más sobre Munich...

viernes, 20 de junio de 2008

Preludio sobre Munich

Capital bávara y tercera ciudad alemana en población. Dicen que es la ciudad más mediterránea de Alemania, en la que todos los alemanes desearían vivir. Tópico donde los haya, supongo. Pero esa afirmación no va muy desencaminada. Munich me desconcierta. O mejor dicho, me desconcertó la segunda vez que la visité, hace unas semanas. Esto también depende del ánimo con el que visitas una ciudad, por lo que es algo totamente subjetivo. No es ni una ciudad alemana ni italiana, y es ahí donde está el problema. Ese día Munich era una ciudad inclasificable, y eso no me terminaba ni de convencer ni de gustar, seguramente porque ya me he vuelto un poco alemán y esa indefinición no resultaba de mi agrado. Demasiado caótica para ser alemana pero demasido ordenada para ser italiana. Y seguimos con los tópicos. Dice Félix de Azúa en La invención de Caín, libro sobre ciudades que me estoy leyendo, que Munich está desaprovechada. Que tanta variedad de colores sólo puede ser disfrutada durante una pequeña parte del año, dadas las condiciones climáticas. No me convence aunque tenga algo de razón. Munich es una ciudad rara, y ya está. Quizás de ahí le venga su encanto. De todas formas mi opinión cambió sensiblemente en la tercera visita, de la que ha hablaré algún día. ¿Quiere usted pasar un día en la capital de Baviera? Pues, si es de verano y tiene luz hasta tarde, sólo tiene que seguir leyendo.

Todo empezó la noche de un sábado de mayo, tras la fiesta holandesa. En realidad empezó un poco antes. D, el chico italiano recién llegado recibía esa semana a su familia, y quería despedirse desde Munich, ciudad desde la que sus familiares partían hacia Italia. Pablo un buen amigo sevillano - londinense también estaba ese fin de semana por aquí, así que decidí matar dos pájaros de un tiro: estaba con D un rato en Munich y luego veía al informático londinense, el cual había decidido irse a visitar el famoso castillo Neuschwanstein, así que lo vería por la tarde-noche. Ese era el plan, que empezó a complicarse porque nada más llegar a casa esa noche de sábado, ya algo tarde, cometí el error de conectarme a internet sólo un momento. Y allí estaba conectado el perdido Frank, especialista en desaparecer y aparecer, y me llevé hablando con él bastante tiempo. Concertamos una visita a su actual residencia, Frankfurt, para un mes y medio después. Buenas agendas las de los dos... Por cierto, la visita se produjo el fin de semana pasado. Total, que esa noche apenas dormí dos horas, porque a las 7 había que estar en la estación de tren de Bayreuth para partir en la típica y conocida combinación de trenes regionales, que es la que se debe usar, con el famoso Bayern Ticket, si no te quieres arruinar con los trenes. Parada de 40 minutos en Nuremberg, con breve paseo, y llegada a Munich hacia las 11.30 de la mañana con todo un día por delante.

Como veo que me he desviado un poco y entrado en otros temas más allá de la simple descripción de la ciudad, pongo aquí punto y seguido. En breve, un día en Munich...

martes, 10 de junio de 2008

Fußbalfieber Euro 2008

No voy yo a ser menos que los alemanes, que están en una especie de locura colectiva futbolera...

Puerta de mi despacho en el día de hoy

Lo curioso es que la comunidad rusa del Instituto es la más grande, aunque poco a poco la italiana le está pisando los talones. De todas formas no están los transalpinos hoy para muchas bromas...

- ¿A quién vas a apoyar esta noche? Me preguntó ayer uno de los italianos
- Pues a Holanda, no me queda más remedio.
- Nooooo, eso no puede ser
- Anda que no, vosotros sois más pero pequeños. Sin embargo Willem es un holandés de dos metros de alto, así que esto es lo que hay :p

Todos sabemos ya el desenlance...

PS: El holandés ha regalado hoy a cada italiano e italiana una flor naranja. Er tío...