Entre visita y visita, trabajo y trabajo y preparación de conferencias y congresos diversos y aprovechando la llegada del buen tiempo a estas latitudes bávaras, les presento la última adquisición para mi humilde y pequeña casa:
Uno siempre tiene la sensación de estar aquí de paso, aunque se quede dos, tres o incluso más años. Por eso siempre existe una importante reticencia a comprar cosas o a cambiar las cosas de sitio. Una estancia temporal no requiere tales esfuerzos, que no sólo son económicos. En eso creo que los españoles, en general, nos diferenciamos de los alemanes. Amigos alemanes han hecho grandes esfuerzos en decoración, en transporte y en todo lo demás en casas en las que apenas han vivido durante medio año. Para ellos, quizás, eso de cambiar de residencia cada poco tiempo es algo asumible y normal. Y quizás consideran que ese esfuerzo merece la pena porque a fin de cuentas redunda en su bienestar personal. Pero bueno, tampoco ha sido una inversión muy grande y así podré disfrutar en compañía de mis compis y sin embargo amigos de un espacio infrautilizado, desde el cual se tienen, por cierto, muy buenas vistas.
The ultimate hitchhiker's guide to the galaxy
Hace 2 semanas
3 comentarios:
Luego se vende y ale, mientras comodidad
Pues sí, vergüenza me daría admitir las cosas que dejo pasar en honor a esa sensación de temporalidad, tanto en Noruega como en Sevilla... Aunque esto también esconde un poco de vagancia.
Eso de espacio infrautilizado suena demasiado a politiqués.
¿"Compis y sin embargo amigos", Alberto?
muy bonita la mesa!
disfrútala!
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