Por poco no llego al Aeropuerto de Sevilla. Me había quedado dormido, menos mal que mi padre me despertó. El viernes me vine a casa de mis padres para que el sábado por la mañana me llevaran al aeropuerto. Ya en él facturé sin nada de cola, así, de pronto. Con 10 minutos para alcanzar la hora límite y todo el mundo facturado apenas esperé nada. Quizás sea una buena idea, jeje.
La cosa empezó bien nada más aterrizar en la Terminal 2 del Aeropuerto de Frankfurt. La estación de tren está en la Terminal 1, para lo cual hay que coger un autobús o tren. Al entrar en el autobús pregunté el precio y el conductor me dijo que "das ist kostenlos aber wenn du möchtest...", es decir, gratis pero que aceptaba, entre risas, propinas.
Nada más bajar en la Terminal 1 una chica me preguntó que si me podía ayudar, que a dónde iba. Me indicó el camino a la estación de viajes largos y me regaló una colección de ceras para que me pintara en la cara la bandera de mi país. Claro que yo necesitaba 2 colores rojos, así que pregunté a otra chica de por allí si me podía dar más, que yo era de España y claro...
Alberto: "Können Sie mir bitte ein anderes Blatt mit Farben geben? Ich bin aus Spanien und ich brauchte zwei roten Farben"
Chica:"¿Eres español? Yo también, aunque llevo 13 años viviendo aquí"
Alberto: "Qué cosa más estúpida hablar con alguien en alemán y luego ver que somos ambos españoles, ¿verdad?"
Allí me compré un bocadillo de queso mozarella con tomate y una botella de agua. El chico me dijo que tenía poco gas, que no me preocupara. Pse, pero bueno. Comprado el billete de tren para Bayreuth, vía Nuremberg, me encontré con bastantes Mexicanos. Su selección jugaba al día siguiente en Nuremberg, por lo que en el tren estaba como en casa. Además había un grupo de señoras españolas de mediana edad justo delante de mí. Por aquellos tiempos yo ya me había pintado la bandera de España en mi brazo. Estuve hablando con los mexicanos. Ya en Nuremberg me quedé solo, pillé el tren a Bayreuth y estuve escuchando música. En una radio alemana pusieron una canción de Coldplay, The sound of speed, que me gustó bastante.
Llegué a Bayreuth, tiempo muy soleado y agradable, y localicé el hotel. Más o menos me hice entender y entendí a la mujer que guardaba aquello. Luego había quedado con mi amigo Frank a las 9 de la noche para cenar. Ciertamente apenas tenía ganas de salir, estaba cansado, algo malo y regular de ánimos, como se puede vislumbrar en anteriores artículos de este blog...
Al final estuvimos casi 5 horas hablando y de temas para nada superficiales. Dado mi regular alemán (más que nada porque me cuesta entender) y su más regular aún español, fue un tiempo inglés. Una experiencia muy agradable. Sucede que en Alemania no tienen ron Legendario, sólo Bacardi, y no ponen hielos a los cubatas, pero bueno...
Resulta que la forma de ser alemana se parece también a la española en cuestiones de norte-sur. Los bávaros, al sur, suelen ser más abiertos y por eso, más superficiales. En el norte son por lo general más austeros, aunque más sosos, como los castellanos aquí en España, pero un amigo del norte, si lo consigues, suele ser leal.
Ese sábado me acosté cerca de las 3, tras una ducha. Me dormí entre canciones de Kent y Coldplay diciéndome algo así como "ahora me tendría que poner a llorar, ¿no?"
Continuará...
3 comentarios:
Ich "bin" aus Spanien? :|
Lo de hablar en otros idiomas con gente que luego resulta que domina el tuyo, efectivamente, es una situación muy ridícula. Me pasó en el aeropuerto de Múnich, con el Salvapé: tras soltar una parrafada preguntando cómo se iba a la puerta de embarque número 37, la azafata me contestó con un "P'allá, tó recto" que me dejó hundido...
Speed of sound, eso. Pues eso
Los bavaros abiertos? Creo que tuviste, o has tenido suerte. Los superficiales para efectos de los germanos son los renanos ... en todo caso, como en todas partes, todo depende con quién te juntes. Saludos
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