martes, 28 de abril de 2009

Sehr Groß!

Así he estado saludando a la gente durante unas tres semanas. Me gustaba ese saludo, era un signo de distinción. Todo empezó cuando se lo escuché a uno de los pocos bávaros que trabajan en mi instituto, un hombre ya mayor. ¡Muy grande! sería la traducción literal. Billante forma de saludar, con clase.

Al ser bávaro todo apuntaba a que quien realmente era muy grande, era Dios. Ya no bastaba con el tradicional Grüß Gott!, que se puede traducir por algo así como con Dios. El Sehr Groß lo superaba con creces...

Pero, como de costumbre, todos mis gozos acaban en un pozo. El saludo real es servus (pronunciado como seavus):

Use of this salute is roughly coincident with the boundaries of the former Austro-Hungarian Empire. It is especially popular in Austria, Hungary, Slovakia, Czech Republic, Transylvania (the region of Romania), as well as in southern parts of Germany (Bavaria), Croatia, Poland, Slovenia, and western Ukraine. The word may be used as a greeting ("hello") or parting ("goodbye") salutation, depending on the region and context.

Despite its formal origins, "servus" is now used as an informal salute in Bavaria and Austria.

Pues eso, que el Grüß, el Gott, Groß, la idiosincrasia bávara y mi peculiar oído me han liado completamente. Curiosidades idiomáticas, aunque quizás lo siga usando como saludo. Me gusta.

jueves, 16 de abril de 2009

Frühjahr

Noch einmal in Bayreuth

martes, 14 de abril de 2009

Ostern

Finalizó la Semana Santa alemana. Esta vez, en lugar de regresar a España, he decidido quedarme por las tierras germánicas y disfrutar de sus ciudades. Mejor aún si uno va acompañado, como así ha sido. Siempre es agradable recibir visitas, y también ser visitante.

Semana de no parar, de turismo diurno y caipis nocturnas en el famoso Oskar, mientras estábamos en Bayreuth durante los primeros días, y de levantarse temprano, muy temprano, y acostarse tarde en la segunda parte del viaje, con Mainz como centro de operaciones y con otro compañero de viaje. Redondo. Y lo mejor, sin casi planificación. Comparable al pasado verano. Y, entre tanto, tras casi 3000 km y tres países, ha habido ocasión de conocer nuevas ciudades y de repetir visitas a otras ya conocidas. A saber: Bayreuth, Nuremberg, Rothenburg ob der Tauber, Würzburg, Suiza Sajona, Hřensko (República Checa), Dresden, Bamberg, Coburg, Mainz, Bingen, Castillos del Rin, Koblenz, Wiesbaden, Trier, Wasserbillig, Luxemburgo y Heidelberg.

Ahora toca subir y evaluar las fotos y escribir algo al respecto, pero eso ya será, como mínimo, mañana...

viernes, 10 de abril de 2009

Off

Perdido en algún lugar de Europa y disfrutando de y con los amigos, una de las cosas más importantes que uno tiene en la vida.

jueves, 2 de abril de 2009

La sociabilidad

¿Se pueden hacer generalidades intentando comparar el grado de sociabilidad con el origen o el país de la gente? Llevo unos días pensando sobre el tema tras haber leído una entrada reciente de Javier. Y la conclusión es que existen correlaciones, y el criterio fundamental es si la persona ha vivido mucho tiempo o no en los Estados Unidos.

Como norma general creo que los europeos, o los que hemos vivido mucho tiempo en Europa, somos más sociables que los norteamericanos, o los que han pasado bastante tiempo allí. Siempre hay excepciones porque a fin de cuentas eso depende de cada persona, pero tras haber analizado algún que otro caso, la conclusión es clara. Es lo que pasa en mi instituto, donde trabajamos mucha gente con una edad similar y de muchos países distintos, y nos solemos llevar todos muy bien, dentro de lo que cabe. Vaya, que salimos juntos, quedamos frecuentemente y a veces en grupos grandes. Sin embargo se nota claramente quiénes han pasado tiempo en los EE.UU., porque no terminan de integrarse, y no por falta de oportunidades. Creo que es algo elegido por ellos, es decir, tratan, quizás inconscientemente, de huir, de aislarse y de vivir en su propio mundo. Sin que nadie les moleste.

Y además tienen otros conceptos sobre las cosas, ni mejores ni peores, sólo distintos. Y lo voy a plasmar con un ejemplo. Ayer al final quedé con un compañero de esos que ha hecho su doctorado al otro lado del océano para ir a la piscina y nadar un poco. Lo normal, al menos según yo lo veo, hubiera sido quedar a una hora en la puerta, entrar juntos, nadar cada uno por su cuenta y luego, dentro de unos límites, esperarnos y volver juntos a casa, que además somos medio vecinos. Eso es lo que siempre me ha pasado cuando he ido con otros compañeros, e incluso algún que otro día terminábamos tomándonos una cerveza para recuperar lo perdido en el agua. Pero esta vez, nada de nada. "Nos vemos en el agua y punto, ¿de acuerdo?" Y pese a que hemos terminado prácticamente al mismo tiempo, ni esperar ni nada. No es que lo vea mal, pero es algo que me choca, aunque comprenda que para ellos seguramente es lo más normal del mundo. Luego uno empieza a relacionar las cosas y se da cuenta que todo está relacionado. Los que tengan experiencia sobre el tema, ¿qué creen al respecto? ¿Somos los europeos, e incluso me atrevería a decir que los no norteamericanos, más sociables como norma general que los useños?