Otro año más, como diríamos aquí. Hay cosas que no cambian, como las imágenes que nos pondrán los telediarios a las 3 de la tarde hoy 31 con los festejos en Sidney, cuyos habitantes son de los primeros en dar la bienvenida a cada año nuevo. Luego comeremos, nos tomaremos las uvas e intentaremos divertirnos un poco. Después el concierto de año nuevo desde Viena y los saltos de esquí. Y la resaca para algunos. Afortunadamente el lunes es festivo también.
Esta nochevieja la pasaré fuera de casa, y es que el año parece acabar de una forma bastante aceptable para mí. El momento cumbre, sin duda, cuando estemos en la Plaza Nueva esperando a las campanadas que no suenan, pero ahí está la gracia, y finalmenteme me voy a salir con la mía, jeje.
Menú de la noche para Ana, Vanda, Alberto y Lucas:
Pimientos en almíbar (esto lo hace Ana).
Jamón, caña de lomo y queso.
Pollo relleno.
Piña.
Ribera del Duero (espero) y cava.
Ron legendario.
Uvas enlatadas (no voy a protestar).
Desgraciadamente no habrá marisco, por intolerancia por parte del público asistente.
Nos encontraremos con David y sus amigos extranjeros en la Plaza Nueva. Yo me prestaré voluntario a hacer de reloj en caso de que no se escuche nada. Imploraremos la presencia del alcalde, pidiendo que salga a saludar desde el balcón presidencial del ayuntamiento. Haremos muchas fotos y surgirá la locura colectiva propia del momento. Los de al lado le echarán cara al asunto y nos pedirán cava. Luego volveremos a casa de Vanda a tomarnos las primeras copas. Manuel se habrá unido ya. Intentaremos salir por ahí y acabaremos tomando un chocolatito caliente con churros. Espero que la zona elegida sea la Alameda por cercanía en el espacio con mi piso. Además, en la calle feria hay una chocolatería Virgen de Luján.
Estoy ligeramente feliz, y eso es suficiente, que digo, es mucho, muchísimo. Este año no he mandado felicitaciones a nadie, rompiendo con una tradición casi ancestral. He podido ser injusto con alguien, pero las cosas son así, y cuando no estoy bien actúo de esa forma. Pero bueno, desde aquí deseo de todo corazón un Feliz Año a todos los que lean esto y en concreto a las personas especiales de mi vida, que no son muchas, pero que están ahí, y ellos lo saben. Un beso y un abrazo para todos. De corazón.
sábado, 31 de diciembre de 2005
Another year has gone by...
viernes, 30 de diciembre de 2005
Tradiciones navideñas materialistas
Es tradición que cada Navidad el personal más joven del ICMSE salga a comer y a lo que surja. Este era mi tercer año, y tengo que confesar que no pensaba ir. De vez en cuando me vienen rachas de mal estado de ánimo y uno se cierra más aún de lo que ya de por sí está. Además, el descontento general con el resto del mundo, como ya he comentado en otros artículos, justo o no, que no lo sé, me pedía que no fuera. Pero no fue así y debo reconocer que me lo pasé muy bien. Quizás el punto positivo fue que me senté con los nuevos, y que conocer a gente nueva, aunque ya hayamos tratado en el instituto, es siempre agradable. Bueno, con los nuevos, con Ana, con Carmen y con Catina.
Como no, el pasado jueves 22 fue día laborable, y allí estaba en horario de mañana el personal becario del grupo FQM 212 trabajando en su laboratorio. Ahí me tienen ustedes al fondo en mi puesto de trabajo, con mi flamante jersey naranja centrista: